Paracuellos del Jarama
A medida que las columnas de Franco se acercaban a la capital un
miedo mucho más concreto se sumó al odio genérico contra la derecha.
Tanto los milicianos de a pie como los militares profesionales y los
políticos encargado de la defensa de Madrid compartían una honda
preocupación por la presencia, en las prisiones de Madrid, de numerosos
militares de derechas que ya habían rechazado categóricamente las
invitaciones individuales y colectivas a combatir en la defensa de la
ciudad como les obligaba su juramento de lealtad a la República. En esta
ambiente de máxima tensión, en el filo de la navaja entre la
supervivencia y la aniquilación, las autoridades políticas y militares
republicanas tomaron la firme decisión de impedir que estos hombres
formaran parte de las nuevas unidades para las columnas rebeldes. Este fue
un factor decisivo para el destino de los prisioneros a lo largo del mes
de noviembre.
En las sacas de las prisiones de La cárcel modelo de Madrid se calcula que en cuatro semanas fueron asesinados entre 2.200 y 2.500 presos.Todas estas sacas se llevaron a cabo con documentación de la Dirección
General de Seguridad en la que se indicaba que los prisioneros iban a
ser puestos en libertad o trasladados a Chinchilla. En los casos en que
se dio la orden de llevarlos a Alcalá de Henares, los prisioneros
generalmente llegaron a salvo a su destino, lo que indica que “libertad”
y “Chinchilla” eran palabra en clave para ordenar su eliminación.
No parece que la selección respondiera a una pauta calculada, pues entre
los nombres había una mezcla de oficiales, curas y civiles, tanto
jóvenes como viejos. Los rumores eran incierto: lo mismo se decía que
iban a trasladarlos a prisiones externas de Madrid como que iban a
asesinarlos . Cuando llegaron los autobuses, los hicieron formar en dos
grupos, los ataron y los obligaron a dejar sus maletas, Además, los
registraron y les requisaron los relojes, el dinero o cualquier objeto
de valor. A continuación. Los cargaron en autobuses de dos piso, Los
convoyes, escoltados por coches y camiones en los que viajaban los
milicianos, no pararon de ir y venir en los dos días siguientes.
Santiago Carrillo, Consejero de Orden Público dentro de la Junta de Defensa.
Ninguna de las ordenes específicas para la evacuación de los prisioneros fueron firmadas por Carrillo ni por ninguno de los miembros de la junta de Defensa. Lo cual no significa que Carrilo no tuviera responsabilidad en los hechos.
Carrillo ha reconocido que ordenó traslados de presos después del 7 de
noviembre, lo que convierte claramente en uno de los responsables de los
hechos. Asimismo, ha afirmado que, tras decidir alguna evacuación, los
vehículos sufrieron una emboscada y los presos fueron asesinados por
individuos desconocidos, aunque ha insinuado abiertamente que los
asesinos eran anarquistas. Ninguna de estas excusas sirve para explicar
el hecho cierto de que, en los casi diez días que siguieron al 23 de
noviembre, cuando Franco suspendió los ataques contra Madrid, las sacas
continuaran bajo la jurisdicción de Santiago Carrillo. Entre el 28 y el
30 de noviembre se ejecutó a 950 prisioneros. Otros 800 fueron
ajusticiados ente los días 3 y 4 de Diciembre.
El Holocausto Español
Paul Preston
¡Ha!. Que bien quedaron "estos" y los "otros", culpando de lo "NO" conveniente a los anarquistas. Mucha leyenda negra. Pero la Historia está ahí, para el que quiera analizarla en profundidad. De Carrillo.... ¡yo paso!
ResponderEliminarOye pues yo no paso. Hoy me dijo uno del Oviedo que iban a tirar las cenizas en Gijón. "A ver si las echan en el Molinón y se quema de una put...vez el césped". Y yo pensé, hay que ser gilipollas. Vivió 97 años, fumó como un carreteru, y murió durmiendo la siesta. !Por favor que me echen las cenizas por encima, a ver si se me pega algo! Como persona no se como sería pero les cenices tienen que ser cojonudes.
EliminarAl final les cenices ¿no seran iguales toees?
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