Cuando yo era un niño pequeñín,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
una trastada sólo hacía reír,
pues un día y otro lloverá.
Mas cuando la edad de hombro yo alcancé,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
a los granujas no quería ver,
pues un día y otro lloverá.
Mas cuando, ¡ay de mí!, me vine yo a casar,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
con las bravatas no podía medrar,
pues un día y otro lloverá.
Mas cuando por fin llegué a la vejez,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
con bebedores yo me emborraché,
pues un día y otro lloverá.
Mil siglos hará que el mundo comenzó,
do, re, mi, do, hay viento y lloverá,
pero da igual, la obra terminó,
y agradaros cada día es nuestro afán.
William Shakespare
El Rey Lear
(Traducción de Ángel- Luis Pujante)
Musero Evaristo Valle (Gijón) |
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