Cuando pienso en los años
aquellos, en los días
del amor y el deseo,
siento melancolía.
Ni tú ni yo sabíamos
vivir entonces sin la
urgencia de encontrarnos.
Sin respirar la dicha
imprescindible y única
de estar juntos. Ardía
una llama en nosotros
que eterna parecía.
Pero ha pasado el tiempo
por tu vida y la mía.
Y en esto se ha resulto
al fin la maravilla
ya no te necesito,
ni tú me necesitas.
Que terrible es que nada
dure, que en la semilla
de cuanto llega a ser
la muerte esté escondida.
El fuego más hermoso
concluye en la ceniza,
la luz se vuelve sombra,
y la verdad, ¿mentira?
Eloy Sánchez Rosillo
La vida (1989-1955)
Foto: Deva (Gijón)
aquellos, en los días
del amor y el deseo,
siento melancolía.
Ni tú ni yo sabíamos
vivir entonces sin la
urgencia de encontrarnos.
Sin respirar la dicha
imprescindible y única
de estar juntos. Ardía
una llama en nosotros
que eterna parecía.
Pero ha pasado el tiempo
por tu vida y la mía.
Y en esto se ha resulto
al fin la maravilla
ya no te necesito,
ni tú me necesitas.
Que terrible es que nada
dure, que en la semilla
de cuanto llega a ser
la muerte esté escondida.
El fuego más hermoso
concluye en la ceniza,
la luz se vuelve sombra,
y la verdad, ¿mentira?
Eloy Sánchez Rosillo
La vida (1989-1955)
Foto: Deva (Gijón)
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