Nadie sabe las palabras
que caben en un silencio.
Silencio: lengua del alma.
J. Antonio Muñoz Rojas
...Estaba oscureciendo. Lleva muchos meses sin ver ponerse el sol. Después del largo verano boreal, después del interminable e ininterrumpido día estivo, sin alba y sin ocaso, el cielo empezaba por fin a languidecer sobre los bosque, sobre el mar, sobre los tejados de la ciudad, y algo parecido a una sombra (quizá fuera tan solo el reflejo de una sombra, la sombra de una sombra) se extendía por oriente. La noche nacía despacio, una noche afectuosa y delicada, y en occidente el cielo ardía sobre los bosques y los lagos, abarquillándose en el fuego del ocaso como una hoja de roble en el fuego exhausto del otoño.
Kaputt (Curzio Malaparte)
guapa guapa.....pena de nube que vino sin ser invitada....habrá que volver a intentarlo
ResponderEliminar