Apollinaire nació en Roma el 26 de Agosto de 1880. Se educó con los padres maristas de Mónaco. Viajó por toda Europa. Fue empleado de agente de cambio en París. Trabajó para un editor de publicaciones libertinas. Fue acusado del robo de La Gioconda, pasó diez día en la cárcel, bebió el agua de nenúfar que le pasaban los carceleros para la aliviar el ardor de los sentidos y escribió en su celda uno de los poemas más conmovedores A la prisión de la Santé.
Antes de entrar en mi celda
preciso es que me desnude
y qué voz siniestra ulula
Guillaume en qué te has convertido.
Lázaro entrando en la tumba
en vez de salir como debiera
adiós adiós ronda cantante
oh mis años oh muchachos.
Escucho los ruidos de la ciudad
y prisionero sin horizonte
nada veo sino un cielo hostil
y los muros desnudos de mi prisión.
Huye el día ya arde
una lampara en la prisión
sólo estamos en mi celda
bella claridad querida razón.
Extranjero, tenía que ir todos los meses a la jefatura de policía a legalizar su carnet de identidad. Fue voluntario a la guerra, recibió una herida en la cabeza y estuvo entre la vida y la muerte en el hospital italiano de Auteuil, mereciéndose la legión de honor. Se llamaba a si mismo le Malaimé, pero acabó encontrando una mujer que le quiso y se casó con él, muriendo en el umbral mismo de la felicidad como Tamerlán ante el mar. Su madre, mientras pudo, ejerció la vida galante, reduciéndose finalmente a hacer de señuelo en los garitos.
El ADIÓS
Recogí esta brizna en la nieve
recuerda aquel otoño
En breve
No nos veremos más
Yo muero
olor del tiempo brizna leve
recuerda siempre que te espero.
Apollinaire murió en 1918, en París, en su pequeño apartamento, situado bajo el tejado del edificio número 208 del Boulevard Saint-Germain, como esos pajaritos que se quedan a vivir en el cuerpo del rinoceronte y cantan, se espulgan, viven su vida, mientras el paquidermo vive, por su parte, la suya. Murió de gripe española y como consecuencia de la gravísima herida de guerra que había hecho necesaria la trepanación del cráneo. Murió el mismo día del armisticio, mientras los parisinos se abandonaban al júbilo más desenfrenado. Ir contra la corriente había sido el drama de su vida. Francés por elección, Apollinaire quería de Francia lo que tiene de latina. El aspecto franco de Francia le interesaba solamente como curiosidad.
Apollinaire muere el mismo día que Rostand . Dos funerales "poéticos" recorren las calles engalanadas de banderas. Su madre La "polaca" sigue el féretro de su hijo vestida de reina de carnaval y responde a cuantos tratan de consolarla. "¿Mi hijo poeta?" Un haragán, eso es lo que era. Rostand, ¡ ése sí que era un poeta de verdad!". Ella murió el mismo año.
Apollinaire muere el mismo día que Rostand . Dos funerales "poéticos" recorren las calles engalanadas de banderas. Su madre La "polaca" sigue el féretro de su hijo vestida de reina de carnaval y responde a cuantos tratan de consolarla. "¿Mi hijo poeta?" Un haragán, eso es lo que era. Rostand, ¡ ése sí que era un poeta de verdad!". Ella murió el mismo año.
Las horas pasan lentamente
como el desfile de un entierro
llorarás la hora en que lloras
que huirá también rápidamente
como pasan todas las horas.
Apollinaire que escribía en prosa igual que en verso. Pero sabía que la poesía es la crema de la prosa, lo que queda de la prosa después de una larga y cuidadosa decantación, sabía que las palabras se miden con metro y los versos se atan con rimas por razones de ingestión. Sabía que el verso capta ideas e imágenes, éstas, por cierto, en mayor número que aquéllas, haciéndolas más fáciles de recordar.
P.D. Alberto Savinio; Nueva enciclopedia.
esta muy interesante esta lectura (no la lei)jajajajaja
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