jueves, 21 de enero de 2010
PRÓLOGO Y LOGOMAQUIA (Felipe Benítez Reyes)
Imagínate el tiempo como un perro que huye,
enseñando los dientes, con la cabeza vuelta.
O bien como la mar, que, cuando sube,
crecida en su delirio, parece más pequeña.
La memoria es la esfera de niebla de un reloj
que valora tan solo las horas cuando mueren.
(Vigila el pensamiento, que es fuente del terror.
Y mueve con cuidado
las fichas de la suerte.)
Todo avanza sin fin, aun teniendo un final,
y se hace todo extraño como un cetro de oro
en manos de un bufón
que ríe, sufre y baila.
El tiempo que nos queda perdió su eternidad.
De modo que aceptemos su fluir, porque tan sólo
lo fugitivo alivia de la nada.
Felipe Benítez Reyes
P.D. La foto está hecha por, David Felton, desde el picu del Arbolín en Llueves (C.de Onis) el perro es Neid, y lo que hay al fondo son los picos de Europa.
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precioso el paisaje y el Ney mas, una foto ideal para esa poesia
ResponderEliminarIlustración y texto preciosos.
ResponderEliminarEl sur y el norte unidos por la belleza.
Gracias por tu buen hacer blogero.
Eso..foto perfecta.
ResponderEliminarDavid Felton un gran paisano, que vive en Llueves.
ResponderEliminarUn ingles que hace años vino a Asturias y se enamoro de la tierrina y de una moza de Amieva.
Suscribo todo lo dicho:
ResponderEliminarLa foto, preciosa.
El Ney,parece ser consciente de su suerte.
El texto, precioso.
Abrazos.
La fotografía es una delicia, vamos que te gustaría estar ahí. El poema es la realidad, tienes miedo de moverte temiendo que las cosas vayan a peor, pero también es cierto que muchas veces si no te mueves te mueres de hastió. Un abrazo
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