martes, 5 de enero de 2010

TRES VIDAS DE SANTOS

Tres vidas de santos
Eduardo Mendoza
Seix Barral

"Son santos en la medida en que consagran su vida a una lucha agónica entre lo humano y lo divino"


Esta novela breve de Eduardo Mendoza está compuesta de tres relatos. La ballena, El final de Dubslav y El malentendido. De los tres relatos a mi me gustó el primero, La Ballena.

En el año 1952 se celebró en Barcelona un Congreso Eucarístico -la expo- con la bendición de S.S. Pío XII, que hasta entonces no había dicho ni Pío.
Pues bien, a la ciudad llegaron por tierra, mar y aire, miles de curas y monjas y, entre esa muchedumbre destacaban por su dignidad y vistosidad, los Obispos. Se construyeron hoteles y demás alojamientos pero se tuvo que acudir a la hospitalidad barcelonesa para alojar el exceso de huéspedes.
El narrador es un niño perteneciente a una de las familias que acogieron a los excedentes llegados al congreso. El acogido fue el Obispo de San José de Quahuicha, Fulguencio Putucas. Bautizado por el tonto de la familia, el tío Victor, como el obispo "Cachimba".

...Mi tio, no obstante hablar de todos los temas existentes, era un buen oyente porque el perímetro de su curiosidad era inabarcable y, a diferencia de la mayoría de los tontos, se sabía ignorante y limitado, era humilde y escuchaba con atención y a menudo con pasmo.


Pero los acontecimientos terrenales a veces se escapan de la mano de Dios y mientras se celebraba el congreso, en el país del obispo se produjo un golpe de estado y el obispo "cachimba" ya no pudo regresar. La tía Conchita y su marido Agustín se cansaron del obispo, "antes de veinticuatro horas tiene que estar fuera de casa este indio de mierda", y se lo endosaron al hermano de Conchita, padre del niño, que era factor de Renfe en el paseo de Gracia.

...Tampoco se mostraba excesivamente atento ni respetuoso, cosa nefasta en un país y en una época en que, si bien los inútiles e irresponsables como mi padre encontraban fácil acomodo en una burocracia gigantesca, premiosa e improductiva, la tolerancia con la ineptitud y los defectos personales venía compensada por un extremo rigor en lo tocante a la reverencia jerárquica y a la adulación (...) Esto le había salvado de pensar, como les ocurre a tantas personas, que una confabulación o una serie de circunstancias desafortunadas, o una mezcla de ambas cosas, es la causa de no haber medrado o tenido éxito o recibido honores, creencia que, cierta o falsa, engendra amargura y resentimiento.
(...)Pero contra el futuro no podíamos hacer nada, salvo estar atentos y confiar en la suerte.

Por aquella época, apareció en las aguas del puerto de Barcelona una ballena muerta, que conservada en formol o por algún otro procedimiento químico, fue exhibida en una carpa gigante en el puerto de Barcelona.
"De las profundidades del océano envió Dios a este ser acá, a Barcelona, y a mí también (...) Día tras día vengo acá, buscando la verdadera voluntad de Dios". La ballena tuvo mejor fortuna que el obispo cachimba, por lo menos al cachalote lo conservaron en formol. En cambio la católica y rica tía Conchita se cansó del obispo. No es lo mismo tener un santo en casa, encima de una peana, que un obispo venido a menos.

...Señora, dijo, yo no quiero nada de usted. Cuando tuve necesidad, usted me puso en la calle. Usted finge ser cristiana, pero no lo es, porque el cristianismo es amor y caridad y usted no practica estas dos cosas. Me acogió por vanidad y me echó por egoísmo. No la condeno. Yo también actué en la vida por la soberbia.



Al otro lado de nuestro rió Amazonas- el Piles- en 1895 un rorcual común -llamado vulgarmente "ballena"- de 22 metros, quedó encallado en la zona del Rinconín; durante unos días fue la atracción por excelencia. Y desde entonces, si alguien te manda a ver la ballena, ya sabes que es una manera muy gijonesa de mandarte a... Mary dónde dices que está la ballena.

3 comentarios:

  1. Miner, la tengo en espera. Me la regalaron sabiéndome fan de Eduardo Mendoza. Pero no sé si podré reírme tanto como lo hice con Pomponio Flato.
    Voy a por ella CUANDO ACABE con Caín.( Estoy en ello...Igual me dan indulgencia plenaria en el Vaticano, jeje)
    Abrazos pa repartir.

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  2. Si eres fan de Eduardo Mendoza, seguro que te gusta. A mi los otros dos relatos no me dijeron gran cosa, pero el de la ballena si me gustó,y mucho.

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  3. ¿Qué llevas en la mano estos días que vistes de azul, una barra de pan? Estoy intrigau

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