ANTÓN CHÉJOV
NATALIA GINZBURG
ACANTILADO
A Verdi le gustaba plantar un árbol por cada una de las óperas que estrenaba. Plantó un alegre plátano por el triunfo de Rigoletto, un soberbio roble por Il Trovatore. Pero por La Traviata puso un sauce llorón. Acostumbrado a los éxitos desde el comienzo de su carrera tuvo que soportar no sólo los pateos y los silbidos sino las risas del público de la Fenice. Y sin embargo , ni las protestas ni las risas pudieron con su inmensa seguridad. Sabia que la obra era bueno, y nada ni nadie logró convencerlo de lo contrario. Un año después del fracaso se atrevió a reponerla en la misma ciudad, cambiando solamente los cantantes y el vestuario cosechando un éxito total.
A Antón Chejov le pasó lo mismo con casi todas las obras de teatro que estrenaba, le pasó con la Gaviota, El Tío Vania etc. pero al final siempre terminaban siendo un éxito.
Este es un libro minúsculo; en el tamaño, en el numero de paginas 83, pero sólo en eso, en lo demás es un gran libro. El narrador del mismo, nos cuenta la vida de Antón Chejov desde su nacimiento en Taganrog el 17 de enero de 1860 hasta su muerte. "hacía mucho que no bebía champán". Vació la copa y se acostó de lado . Poco después dejó de respirar Era el 2 de julio de 1904.
También nos cuenta el narrador la relación de Tolstói con Chéjov:
Esta biografía termina dándole la razón a Tolstói, el que fuera uno de los mejores retratistas del alma humana, no supo retratar la suya. Es casi imposible contar más en menos.
NATALIA GINZBURG
ACANTILADO
A Verdi le gustaba plantar un árbol por cada una de las óperas que estrenaba. Plantó un alegre plátano por el triunfo de Rigoletto, un soberbio roble por Il Trovatore. Pero por La Traviata puso un sauce llorón. Acostumbrado a los éxitos desde el comienzo de su carrera tuvo que soportar no sólo los pateos y los silbidos sino las risas del público de la Fenice. Y sin embargo , ni las protestas ni las risas pudieron con su inmensa seguridad. Sabia que la obra era bueno, y nada ni nadie logró convencerlo de lo contrario. Un año después del fracaso se atrevió a reponerla en la misma ciudad, cambiando solamente los cantantes y el vestuario cosechando un éxito total.
A Antón Chejov le pasó lo mismo con casi todas las obras de teatro que estrenaba, le pasó con la Gaviota, El Tío Vania etc. pero al final siempre terminaban siendo un éxito.
La gaviota se representó en San Petersburgo el 17 de octubre de 1896. fue un desastre. En los momentos más dramáticos, el público reía. Cada frase era recibida con silbidos y gritos ensordecedores. Los actores actuaron aterrados, se olvidaban de sus entradas y de su parte. Al final del segundo acto, Chejov se marchó. Luego caminó por la calle cubierta de nieve...Al cabo de tres días, se hizo una segunda representación, esta vez exitosa. Potapenko le telegrafió "Éxito colosal."
Este es un libro minúsculo; en el tamaño, en el numero de paginas 83, pero sólo en eso, en lo demás es un gran libro. El narrador del mismo, nos cuenta la vida de Antón Chejov desde su nacimiento en Taganrog el 17 de enero de 1860 hasta su muerte. "hacía mucho que no bebía champán". Vació la copa y se acostó de lado . Poco después dejó de respirar Era el 2 de julio de 1904.
Durante un tiempo fue médico municipal y llegó a ser un buen médico. Tenía muchos pacientes. A los pobres los atendía gratis. En Mélijovo, los campesino iban a verlo para que los curara, y el patio estaba siempre lleno de enfermos que esperaban. Llegaban incluso de aldeas lejanas. él no les cobraba porque eran pobres.
También nos cuenta el narrador la relación de Tolstói con Chéjov:
Le fastidiaba Tolstói, a quien siempre había admirado mucho, y cuyas obras amaba con pasión, pero por entonces le pareció que adoptaba actitudes de profeta y que derramaba ríos de palabras superfluas.
El monje negro es de enero de 1894. Le contaron a Chéjov que cuando lo leyó Tolstói, siempre cauto con los comentarios elogiosos, exclamó: "¡Qué hermoso es! ¡Ah, qué hermoso es!"
De Tolstói, Chéjov solía decir que cuando hablaba con él caía totalmente en su poder. Decía que era un ser extraordinario, un ser "casi perfecto". De Chéjov, Tolstói por entonces decía: " Es un hombre de gran talento, de buen corazón, pero hasta ahora no me parece que tenga un punto de vista bien definido sobre la vida."
Esta biografía termina dándole la razón a Tolstói, el que fuera uno de los mejores retratistas del alma humana, no supo retratar la suya. Es casi imposible contar más en menos.
Gracias Miner, sigues eligiendo magnificamente bien tus lecturas, son un placer, el que nos transmites y como pones perlitas de textos.
ResponderEliminargracias por comaprtir.
Yo agradézcote les sugerencies de lectura y mucho. Pero ¡no sabes cómo me prestaron les referencies a la música! La Traviata ye una de mis óperes preferides.
ResponderEliminarHay aries de otres óperes quizás más guapes (en Norma la "casta Diva" ye una divinidad,o en Turandot el Nessum Dorma o "una furtiva lácrima" en El Elixir del amor,..¡qué sé yo! ¡Hay tantes y no necesariamente de Verdi...! sirvan de ejmplo les mencionades).
Pero La Traviata ye toda ella, al completo, desde les aries, los dúos, los coros y hasta los recitativos si me apures.La música, además de preciosa,mantien todu el tiempu la atención. Ya me enrollé más de la cuenta. Pero ye que tocásteme la fibra, Miner.
Gracies, gracies y gracies por estos momentinos que nos ofreces y que, al menos a mí, permítenme redisfrutar.