sábado, 19 de mayo de 2012

DOS VERDUGOS Y UNA HERMANDAD


En la primavera de 1924 el tren expreso procedente de Madrid llega a Córdoba con dos empleados de correos asesinados. Los autores del crimen robaron algo más de un millón de pesetas de la época, entre dinero y valores.  De los cinco asaltantes sobrevivieron cuatro, tres son condenados a la máxima pena y el cuarto es indultado.
Los tres condenados fueron: Honorio Sánchez Molina propietario de una tienda de compraventa en la calle Hortaleza esquina a la de Clavel. Juan  de Dios Piqueras tratante de reses y tahúr. José Sánchez Navarrete, hijo de un coronel de la Guardía Civil.

¿Qué es más inmoral matar por la paga o pagar por la gana ...?
El 24 de Mayo  de 1924 al amanecer tuvo lugar  la ejecución. La Capilla de la Cárcel Modelo era un espacio cuadrangular, en cada esquinas había una celda, en tres estaban los condenados y en la cuarta había una larga mesa provista con abundancia de fiambres, dulces, pasteles y vinos. Esta mesa la habían dispuesto los "Hermanos de la Paz y Caridad" una asociación varias veces centenaria, creada para acompañar al reo en el último trance. La gente que conocía este privilegio, pagaba las mil pesetas que costaba ingresar en la hermandad para poder ver de cerca como se agarrotaba a un condenado.

Los verdugos eran dos, uno de Madrid y otro de Burgos, este último fue reclamado por la Dirección de Penales en previsión de que su compañero enfermara. Las ejecuciones las cobraban aparte de su sueldo a diez duros cada una. El de Madrid había ejecutado hasta entonces a tres y el de Burgos cincuenta y ocho, todo un experto.
Se abre una puerta  dando paso a cinco personas que, teniendo por los brazos a Honorio, lo ayudan a caminar, el verdugo de Madrid le tapa la cara, le coloca la media luna sobre la garganta y hace girar la palanca. El cuello se resistía a la presión. El verdugo y el médico, que tenía que certificar su muerte, están asustados y entonces, el otro verdugo, fumando sonriente y burlón, a la vez que satisfecho de la torpeza de su compañero le decía.
-Tienes que darle la vuelta entera
-No puedo
-Quítate estorbo, esto se hace así. Dejó el cigarro en el suelo y cogiendo la palanca con ambas manos concluyo con la vida del reo.
Piqueras al sentir en el cuello el frió de "la corbata" exclamó mirando a todos los presentes:
-Señores...buenos días.
A Sánchez Navarrete le llevaron al patíbulo en brazos. Murió inconsciente, según se decía porque  su defensor, el capitán Matilla, le había aplicado una inyección de morfina.
A las seis de la mañana en la fachada de la cárcel  ondeó la bandera negra para anunciar que el fallo de la ley se había cumplido.

2 comentarios:

  1. Viénme a la memoria, (recuérdolo a veces)de pequeña, escuchar a mi madre contar lo vivido por ella. Cuando "mataron" en la Plaza del Ayuntamientu de Sama, a una persona (no recuerdo el nombre) "a Garrote Vil".Me dá mucho que pensar: ¿Cómo será la vida "interior" de un verdugo?.

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    1. Eduardo Carcedo fue un minero ajusticiado con garrote vil en la plaza de Sama acusado de matar a más de novecientas personas(se había hecho marxista con el triunfo del frente popular). Cuando iba a ser ajusticiado pidió cuatro cafés y cuatro copas a un bar cercano y le envió una nota al del bar "ya te lo pagaré en el otro mundo"

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