TRUMAN

Julian tiene un cáncer de pulmón en fase terminal. Tomás acude desde Canadá para estar ahí con su amigo. Truman es el perro al que Julián busca dueño. Con este panorama cualquiera puede pensar que la peli es un drama, pues no, todo lo contrario, la muerte es una invitada más a la fiesta de la vida, una compañero de viaje que cuando llega el final mete mucho ruido y pocas nueces. Hay una manera de vencer al miedo y es alieándose con él, mirándolo de frente, y, en el caso de Truman con sentido del humor. Aunque ya sabemos el final, la muerte no es la triunfadora, sino la vida. Ricardo Darin está inmenso y Javier Cámara sobrio. Como diría su "amigo" Carlos Boyero: Darín es tan bueno, imprime tal convicción a sus personajes que el talento de sus compañeros crece, mejora. Aunque parezca increíble, si quieres pasar una tarde agradable, no te puedes perder esta estupenda película de Cesc Gay. Durante la sesión se sienten más risas que llantos (ninguno) y la gente sale satisfecha del cine.

EL NEGOCIO DE LA DUDA

La duda es una coraza que nos protege. La iglesia predica una ciencia incierta y el bar La Parroquia una ciencia en infusión: si en el taller dicen que mi coche tiene un motor que puede durar más de quinientos mil kilómetros, los de la barra me aconsejan que le haga un seguro de defunción porque en el cielo los seguros de coche están por las nubes y los de vida por los suelos de tarima flotante. Los Wolkswagen no tienen cabida en el Reino de los cielos, joden la capa de ozono y el cielo te puede caer encima. Si el cielo está en la tierra adiós al negocio de la duda. Los mejores coches para circular por El Paraíso son los todo terreno, los caminos del señor son inescrutables, y, además, están llenos de baches. En el tema de la carne chamuscada hay opiniones para todos los gustos: unos la prefieren muy hecha, otros poco y los tres cerditos cruda. Los rojos de carne aseguran que a los Pujol se les acabó el negocio de la butifarra, que Rajoy va a dejar de dar la brasa y que las parrochas terminan como sardinas en lata. Los hay que echan la culpa al INSALUD que primero nos quita de fumar, luego de beber y ahora de comer. Mientras el pueblo se aclara; los pollos se ponen en huelga, los conejos se tiran al monte y las sardinas viajan en ave. "La gaviota".

RELOJ NO MARQUES LA HORA

El reloj baila el pasodoble: tic-tac.
El segundero es el eterno segundón.
Un reloj sin tac, tiene un tic... nervioso.
Llevó al dentista el engranaje porque tenía un diente roto.
Dijeron: "Reloj no marques la hora" y se quedaron tan Panchos.

AFORISMiOS

reloj no marques la hora

EL CLUB

Cinco curas son apartados en una lejana casa junto a la orilla del mar, una especie de cárcel espiritual donde deben de purgar sus pecados. La Iglesia los esconde. Al cuidado de ellos está una monja, la cara amable de la maldad. Una victima, Sandokan, descubre entre los "curitas" al pedófilo que abusó de él en su juventud y aquel no lo puede aguantar y se pega un tiro delante de la victima. La jerarquía católica manda a un sacerdote con la misión de averiguar lo que pasó y cerrar la casa. La película te hace remover de angustia y desazón en la butaca con las historias que van saliendo a la luz de la investigación. Los paisajes desolados y brumosos de la costa hacen más angustioso todo lo que ocurre alrededor de los protagonistas. El único vinculo de unión entre ellos y el mundo es un galgo con el que participan en las carreras del pueblo. El final de la peli, qué por su puesto no voy a contar, es un castigo. "En el castigo llevaron la penitencia". Película no apta para todos los públicos.   

CAMBIO DE HORA

El tiempo de las velas se va en humo.
En Marzo nos comemos una hora con minutos.
El tiempo cura al tiempo y la devuelve en Octubre.
Cambio una hora por tres mil seiscientos segundos.
Cambio dos horas de mi vida por pasar una contigo.
Cambio reloj despertador por despertar contigo sin reloj.

AFORISMiOS

LOS GRANDES RELATOS

La última vez que alguien sacó en préstamo este libro fue el 14 de Febrero del 2003. Todavía no estaba informatizada la Biblioteca del Fontán en Oviedo. Hasta entonces estuvo durmiendo el sueño de los justos. La materia prima de la que se nutren los escritores es la vida y José Jiménez Lozano, exprimiendo su memoria, le saca todo el juego posible a los recuerdos. Los relatos son tan simples que el titulo, Los Grandes Relatos, es una ironía que se permite el escritor para contar la vida sencilla de la gente humilde. El resultado es un libro de relatos maravilloso. Todavía están a tiempo las gentes enfurruñadas de la Plataforma Cívica de hacer una buena labor y proponer a José Jiménez Lozano al Premio Princesa de Asturias de las letras. Sin duda uno de los mejores escritores en lengua española vivo, por no decir el mejor, pero claro, éste farda menos que otros que le dan más oropel a los premios. En estos relatos el autor es como Don Tucídedes: Porque nunca dijo nada de su vida, sino siempre sólo cosas de las que habían ocurrido en el mundo hace muchos años o que ocurrían en otras tierras o en las capitales, y leyendas muy bonitas de las princesas moras que vivían en algunos manantiales.

Además durante la lectura del mismo tuve la ocasión de practicar uno de mis deportes favoritos, acudir al diccionario para consultar palabras de la lengua castellana que ya nadie utiliza. Cándalos, humero, badila, tamujas, jabelgó, acerique, casulorio, magarza y que podemos decir de las suripantas. 

...la gente decía: "¡Pobrecillo! ¡Qué Dios le tenga en su gloria!". O también "En un buen sitio", que era lo que se decía. Y otras veces, como obligando a Dios a que le tuviese en buen sitio al muerto, no se fuera Dios a confundir con las apariencias, como cuando se murió el médico viejo, de más de noventa y cinco años, que no creía en Dios y nunca jamás había portado por la iglesia, pero había sido bueno y servicial con todos, que el mismo señor cura dijo en la misa de entierro que Dios tendría que tenerle en cuenta a la fuerza lo bueno que había sido con la gente, aunque le hubieran descarriado los estudios, que descarriaban a muchos, pero lo que importaba era que había sido el amparo y consuelo de todos, y aunque él no había querido misa, ni se había confesado ni nada, el pueblo, que era cristiano, le decía la misa funeral por agradecimiento. Y ni un alma faltó al funeral de las tres de la tarde, porque era diciembre, y las tardes eran cortas, y había que darle tierra antes del anochecer, ya que habían trasladado el entierro por la tarde para que pudiera ir más gente: las mujeres, sobre todo, que tenían más ocupada la mañana, y los chicos y chicas, y todos los jóvenes: que ni una mujer se le había muerto de parto, ni un niño se le había muerto nunca, y había llenado al pueblo de vida, decía la gente...
Los Grandes relatos
José Jiménez Lozano
Anthropos  (Editorial del hombre)

Los enfurruñados (uno despeinado y con pijama)

CACAO MENTAL

La escalera de mano se sube a pie.
Un isotopo es un topo que iso un túnel.
Los ciempiés pasan por la vida de puntillas.
Confesionario: registro de la propiedad espiritual.
El chocolate desleído está hecho un cacao mental.
Una gota de aire frío vive por encima de sus posibilidades.

AFORISMiOS

ECOS DE SOCIEDAD

Mario Vaquerizo se va al Polo Norte en busca de Alaska.
Isabel Prysler cambia su cirujano plástico por un ceramista.
El Premio Nobel de literatura adquiere un jarrón Filipino para el salón.
Un juez consigue lo que Luis Enrique no pudo, sentar a Messi en el banquillo.
Coleta Morada fumar Cachimba de la Paz durante el desfile de Las Fuerzas Armadas.
Créame, los tratados europeos dicen que un vaso es un plato y que un plato es un vaso.
O será al revés.(Mariano)

AGUA MUERTA DE FRÍO

El hielo es agua muerta de frío.
El atajo del lápiz es el taja lápiz.
La fe es una fuente de energía renovable.
A la pasionaria les salió un hijo maracuyá.
Entre el amor y el sexo hay una conjunción copulativa.

AFORISMiOS

LOS BIENAVENTURADOS

...Los bienaventurados siguen celebrando cada día el rito de la charla, la ceremonia del punto de arroz y el milagro de un rayo de sol que resbala sobre las escamas de una lubina y sobre la superficie reluciente de un pomelo, al tiempo que el mar frota los cantos de la playa.

Aquella tarde de febrero el aire templado y la luz tenían la dorada densidad de la miel. Llegaban las barcas al puerto de Denia envuelta en una calma que se limitaba a subrayar las toses de los motores y los graznidos de las gaviotas flotando por encima de las embarcaciones como inseguras nubes.

Había sido capturado por una pegajosa telaraña, mientras los marineros procedían a amontonar sobre el muelle las cajas que guardaban la modesta cosecha del día: las gambas de un rojo violento, las pálidas galeras que se plegaban convulsas sobre sí mismas, dando testimonio de vida, las delicadas platijas que guardaban su blanquísima carne bajo la apenas suficiente funda tegumentaria, las opulentas lubinas con sus destellos de plata, los cangrejos , los rodaballos, los reluciente boquerones, las sardinas.

Todo aparecía envuelto en el celofán de la luz-que se iba adelgazando, haciéndose más intensa, al mismo tiempo que más frágil- y de los gritos de aquellos hombres enfundados en monos de plástico de colores chillones, que hablaban en una lengua armoniosa, antigua, cuyas palabras prolongaban el hechizo hasta convertir aquella etapa del viaje en una travesía más por el tiempo que por la geografía, como si en esta ocasión no me hubiera trasladado a ningún lugar, sino a cierto espacio remoto y luminoso.

Febrero de 1994

Mediterráneos 

Rafael Chirbes

ANAGRAMA