domingo, 5 de julio de 2015
viernes, 3 de julio de 2015
EL PARAÍSO
Las localidades más altas de los Campo Elíseos eran El Paraíso. Por aquel entonces no lo sabíamos y las llamábamos "gallineru". El cine tenía capacidad para tres mil quinientas personas y en el paraíso cabían mil doscientas. Podías comer una manzana mientras veías Eva al desnudo, la pelicula de Josep L. Mankiewicz, sin que nadie te echara del Eden.
Los taquilleros de los cines pequeños de Berlín solían ser entonces, 1934, los dueños de las salas. Una localidad en el tercer piso del Gendarmenmarkt costaba dos marcos y en el paraíso, uno. Allá arriba se escuchaba todo mejor que en el patio de butaca, pues la acústica del teatro era poco común; se oía hasta al apuntador.
Mi vida
Marcel Reich-Ranicki
Cine los Campos (Gijón) |
lunes, 29 de junio de 2015
LA ALDEA MÁS CERCANA
Mi abuelo solía decir: "La vida es increíblemente breve. Ahora, al recordarla, se me condensa tanto que apenas logro comprender, por ejemplo, cómo un joven puede decidirse a cabalgar hasta la aldea mas cercana sin temor a que- dejando aparte cualquier calamidad- el transcurrir de una vida feliz le alcance, ni de lejos, para semejante viaje.Franz Kafka
sábado, 27 de junio de 2015
miércoles, 24 de junio de 2015
UN PUEBLO POBRE ES UN PUEBLO DE ESCLAVOS
Un pueblo pobre es un pueblo de esclavos. No puede haber independencia ni fortaleza de espiritu en quien se siente agobiado por la miseria del medio.
El labriego, el artesano, el pequeño propietario, que pierden sus cosechas o las percibe escasas tras largas penalidades, que viven en casas pobres y visten astrosamente, sienten sus espíritus doloridos y se entregan- por instinto, por herencia- a estos consuelos de la resignación, de los rezos, de los sollozos, de las novenas, que durante todo el mes, durante todo el año, se suceden en las iglesias sombrías, mientras las campanas plañen abrumadoras.
Y habría que decirles que la vida no es resignación, no es tristeza, no es dolor, sino que es goce fuerte y fecundo; goce espontáneo, de la Naturaleza, del arte, del agua, de los árboles, del cielo azul, de las casas limpias, de los trajes elegantes, de los muebles cómodos...Y para demostrárselo habría que darles estas cosas.
Azorín.El Globo, 25-II-1903
sábado, 20 de junio de 2015
viernes, 19 de junio de 2015
EL DOLORIDO SENTIR
¡Eternidad, insondable eternidad del dolor! Progresará maravillosamente la especie humana; se realizarán las más fecundas trasformaciones. Junto a un balcón, en una ciudad, en una casa, siempre habrá un hombre con la cabeza, meditadora y triste, reclinada en la mano. No le podrán quitar el dolorido sentir.Castilla
Azorín
miércoles, 17 de junio de 2015
martes, 16 de junio de 2015
MIS VECINOS LOS PÁJAROS
Mis vecinos se levantan al despuntar el alba y vuelan a buscarse la vida. Herrerillos, carboneros, lavanderas, escribanos, carpinteros y hasta los más nobles, cómo los colirrojos reales, están construyendo sus casas. La curruca y el chochín, gracias a que carecen de oficio, dedican la jornada a deleitarnos con su canto. Los Picapinos con su tamborileo se encargan de la percusión. En la peña de Llueves, entre jaras y brezos, viven los pardillos que hacen sus nidos a ras de tierra ¡Ay que ser pardillos! Los mirlos se pasan el día susurrando mientras otro de la familia, el tordo malvís, se encarama a lo más alto de los árboles para lanzar sus trinos. Los pinzones y los camachuelos siempre andan en pareja, no cómo el Petirrojo, uno de los más confiados de mis vecinos al que le gusta la soledad en compañía. En cambió, los jilgueros y los reyezuelos, se van juntos de copas. Las copas están en los árboles. Este año el Cuco (cuquiellu) cambió de domicilio y lo tengo más cerca que nunca. Como todas las temporadas también llegó, desde el norte de África, el alimoche que se pasa el día avizorando desde las alturas. Los reyes de la noche son los Cárabos y las Lechuzas, difíciles de ver, pero no de sentir.
miércoles, 10 de junio de 2015
SÍNTOMAS DEL AMOR
EL amor es una jaqueca universal,
un brillante manchón sobre la vista
que emborrona la razón.
Los síntomas del amor verdadero
son enflaquecer, tener celos,
y auroras perezosas;
presagios y pesadillas,
escuchar a ver si llama,
esperar una señal,
y el roce de sus dedos
en una habitación a oscuras,
una mirada que busca.
¡No te desanimes, amante!
¿Podrías soportar tamaña angustia
de otra mano si no es la mano de ella?
Robert Graves
un brillante manchón sobre la vista
que emborrona la razón.
Los síntomas del amor verdadero
son enflaquecer, tener celos,
y auroras perezosas;
presagios y pesadillas,
escuchar a ver si llama,
esperar una señal,
y el roce de sus dedos
en una habitación a oscuras,
una mirada que busca.
¡No te desanimes, amante!
¿Podrías soportar tamaña angustia
de otra mano si no es la mano de ella?
Robert Graves
Suscribirse a:
Entradas (Atom)