domingo, 16 de septiembre de 2012

COMO LLEGAR A DUQUE

Antonio Espina en sus "Tertulias de Madrid" cuenta como se puede llegar a Duque por la vía rápida, aunque sea  "Duque de Lavabo".

Antonio Ramos Meneses empezó de mozito barbero en su  Sevilla natal y cuando frisaba los treinta ya era duque de Baños, titulo con que le distinguió Franciso de Asís, marido de Isabel II. Meneses tenía una gran facha. El hombre explotaba sus hechuras y fantasías como quien explota una finca. Su primer encuentro con la fortuna ocurrió en Sevilla, donde una dama italiana "que viajaba sola, rodeándose de gran fausto y boato", otoñal y eminentemente rica, sobrina del papa Pío IX, pasaba una temporada en plan turista, embriagándose de luz, aromas, colores y monumentos. Un día contemplando el monumento Meneses, que no tenía de antigüedad más que veinte floridas primaveras "chifló". El idilio duró un par de años y tuvo por marco Andalucía, Italia y París. En esta ciudad se separó la pareja y Antonio apareció en Madrid a los pocos días, pimpante, fresco como una lactuca scariola, dispuesto a todo en el orden de la galantería y, como informa la crónica, bien provisto de joyas.
A la reina que estaba muy ocupada con su galán de turno Miguel Tenorio, también andaluz,sevillano y buen mozo, se le escapó Meneses que como escribe Pedro de Répide "encontróse con los dispuestos ojos del rey, quién le otorgó el más fervoroso y consecuente de los valimientos". Ya viejo, el duque de Baños se volvió un poco neurasténico, no frecuentaba la sociedad, aunque sí al rey Francisco en París y Biarritz, y vivía rodeado de lujo y comodidades en la calle Sacramento. El gran Meneses perdía miles de duros en los casinos como si tal cosa.
Miguel Tenorio


viernes, 14 de septiembre de 2012

EUROVEGAS

Antes de que ningún cristiano rechazara el café, el Papa Clemente XIII se apresuró a decir: "El café es una bebida de infieles que hay que bautizar porque es deliciosa". En Madrid, Esperanza Aguirre imitando al Papa Clemente se dispone a dar la bendición a  EuroVegas y así hacer las delicias de todos los ludopatas y fumadores del mundo, la presidenta, no quiere escuchar la voz de los expertos "El tabaco es para el hombre un veneno de lo más peligroso" (Hitler).
El presidente de la Conferencia Episcola monseñor Rouco Varela después de entrevistarse con la "Esperanza", declara ante los periodistas que su empresa ISL (Iglesia Sociedad Limitada) no podía ir contra un proyecto que aumenta su productividad; más gente pecando, más labor Evangelizadora. El señor Rouco Varela después de bailar un chotis con la Aguerrida presidenta de la Comunidad salió de la reunión con una caja de puros  bajo el brazo. Fernando VII solía obsequiar con un mazo de puros a quienes al salir de la regía cámara quedaban detenidos por orden del monarca para marchar a presidio o la horca. Así que su eminencia va a salir por donde el humo y a lo mejor, cuando llegue al cielo, no caben más, están los justos.
¡Bingo!

jueves, 13 de septiembre de 2012

EL CISNE PLATEADO

El cisne plateado, que vive sin dar muestras,
cuando la muerte se acerca, libera su silenciada garganta;
inclinando su pecho entre los juncos a la orilla,
así cantando por vez primera y última, y no más.
Adiós a todas las alegrías; la muerte se acerca a mis ojos,
más ganso que cisne ahora vivo, más estúpido que sabio.

Orlando Gibbons


miércoles, 12 de septiembre de 2012

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

¿Cómo era Gustavo Adolfo Bécquer?  Una cabeza de peluquería con rizos abusivos sobre la frente o como dice su amigo Eusebio Blasco,  "un hombre negro, moreno hasta la exageración, sombrío hasta la grosería, viviendo modestamente del sueldo de doce mil reales que su amigo el ministro González Bravo le daba como censor de novelas".
Narciso Campillo, demasiado proclive a la consabida leyenda del genio incomprendido y menesteroso, llega hasta una versión, por exagerada, inaceptable. "Le he conocido sin camisa ni calcetines; tomaba dinero y lo gastaba en guantes finísimos o en comprar una alfombra por doscientos duros que luego vendía en veinticinco, para convidar a sus amigos.
Santiago Montoto un erudito sevillano lo presenta de una manera totalmente diferente a la anterior. "El romántico por antonomasia no lo fue tanto; ni en Sevilla ni en Madrid, sufrió las estrecheces de una vida bohemia, nunca estuvo tísico ni murió de esta enfermedad". Una dama que lo conoció mucho escribe de Bécquer : "Le recuerdo de frac, cuando iba a las reuniones, y habitualmente con pantalón a rayas y en chaqué o levita, a la moda de la época". ¿Sería Bécquer lo uno o lo otro? Más parece un melancólico, sombrío e ensimismado. "No reía", dice Julio Nombela, "pero sonreía, hasta cuando sufría".

Bécquer se casó con Casta Esteban, matrimonio del cual se sabe poco. En cambió si se sabe de su amor platónico por Julia Espín Colbrandt una hermosa mujer morena, arrogante, de gran atractivo físico. Según Blasco era deslumbrante ¿Serían para ella esas cartas que mandó destruir dos días antes de su muerte? Augusto Ferrán relató a Narciso Campillo, que hallándose con Béquer éste le pidió que le diese un paquetito de cartas atado con una cinta azul que había en el armario. Hízolo así, y Bécquer, sacando una mano de entre las ropas de la cama, tomó el paquete y lo quemó a la llama de la vela que lucia sobre la mesilla de noche. "¿Por qué quemas eso?", le preguntó Ferrán. "Porque sería mi deshonra, contestó el enfermo".
El mejor retrato de Gustavo Adolfo es el que le hizo Laurent, fotógrafo de la reina, entre 1864 y 1868. En él vemos al poeta de cuerpo entero, delgado, esbelto, vestido con elegancia; el gesto sereno, un poco duro, sin que pueda apreciarse en su rostro ningún detalle o resplandor especial que le distinga de la fisonomía de cualquier otro joven vulgar y corriente de la época. El porte de caballero de este retrato es contrario a  la idea que suele tenerse de un Bécquer bohemio, desaliñado, de faz pálida, ojos soñadores y frágil contextura, tal como le pintan algunos biógrafos influidos por la romántica proyección de su obra.

Antonio Espina
Las tertulias de Madrid

martes, 11 de septiembre de 2012

DUQUE DE OSUNA

Mariano Téllez Girón y Beaufort (1814-1882) fue un noble, político y diplomático español  que llevó una vida de lujo y despilfarro. Eusebio Blanco que lo conoció ya sesentón en casa del marques de Vinet, le describe de la siguiente manera: "rechoncho y pálido como un cirio, iba lleno de placas, bandas, estrellas y rosetas de todas las ordenes del mundo. Se le admiraba como si a todos nos hubieran dicho: ese que viene por ahí toma desayuno con diamantes y en lugar de pastillas para la tos traga monedas de cinco duros".
En su juventud había sido bizarro militar. Luego, como embajador, fue siempre extraordinario, no tanto por su cargo como porque gastó su inmensa fortuna en proporcionar inusitado esplendor a sus representaciones diplomáticas. Siendo embajador en Rusia tenía absorto a los opulentos moscovitas. Los riquísimos grandes duques, asombrados, se persignaban según el rito griego al contemplar los derroches de aquel don Mariano Téllez  Girón y Beaufort, duodécimo duque de Osuna, que no paró en grandiosos delirios hasta darle enviada al mismísimo Zar.
En efecto, un día mandó poner a todos sus caballos, que eran más de un ciento, herraduras de plata. Y una noche apareció en un baile de Corte tan cuajado de brillantes, que el fulgor de esas piedras preciosas  duplicaba en el salón las luces de las arañas, lámparas y candelabros. Terminó arruinado.

Antonio Espina
Las tertulias de Madrid
Simplemente Mariano 

lunes, 10 de septiembre de 2012

LA CLARIDAD DE LA MAÑANA


Yo sólo soy una pobre lamparilla de aceite;
cuya turbia llamita se hace notar apenas.
Tú eres de la mañana la claridad enorme
que todo lo ilumina y de esplendor lo llena.
Mi pobre lucecilla se eclipsa ante su brillo.
Pero yo no me quejo; me eclipsaría yo mismo.
Tú eres de una belleza suprema, inexpresable.
¿Dónde morir mejor que en tu esplendor radiante?


Hafiz (Mohammed Schemsu-d-din)
gaceles


sábado, 8 de septiembre de 2012

LA INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA

La Institución Libre de Enseñanza nació en el año 1878, a raíz de unos decretos del ministro Cánovas atentatorios a la libertad de cátedra. Quería poner la Universidad en manos de la Iglesia, ensotanar la toga del magistrado, impedir todo sentido de critica racional a las explicaciones de los profesores, restablecer las musas del Espíritu Santo y cosas por el estilo. Contra semejantes pretensiones protestaron los catedráticos Francisco Giner de los Ríos, Nicolás Salmerón, Alfredo Y Laureano Calderón, Augusto Linares, Gumersindo de Azcárate y algunos otros, es decir lo mejor del profesorado con que contaba la Universidad Central. Renunciaron, pues, a sus cátedras y fundaron La Institución Libre. Figuraron como directores de ella Montero Ríos, Azcárate, Juan Uña, Labra, y por sus cátedras desfilaron Bartolomé Cossio, Federico Rubio, Luis Simarro, Jaime Vera, Moret, Montero Ríos y Joaquín Costa.

Las tertulias de Madrid
Antonio Espina
Francisco Giner de Los Ríos con su nuera y nieto. Alberto, Rubio y Cossio 
Supresión de Educación para la ciudadanía, Clases Separadas por Sexos (Cambiaremos la ley si es necesario) ¡Ay que Wert!; menos escuela Pública y más concertada en manos de la Iglesia etc. Todo esto y mucho más lo está haciendo ahora el ministro de Educación Ignacio Wert y la derecha Española. Retrocedemos al Siglo XIX. 

viernes, 7 de septiembre de 2012

MANOS

Las manos

me decían mis padres
antes de sentarme
a la mesa a comer.

Lávate bien
las manos.

No alcanzaban
a comprender
que los niños
las tenemos siempre
limpias.

David González




jueves, 6 de septiembre de 2012

EL DUQUE DE SESTO (ALCALDE DE MADRID)

El duque de Sesto fue  amigo de Alfonso XII con el que gastó el dinero a manos llenas hasta verlo en el trono de España. Luego todos fueron ingratos con él, incluso el Rey. Canovas del Castillo que a otros colaboradores de la Restauración les permitió levantar grandes fortunas o redondear las que tenían, haciendo la vista gorda sobre sus chanchullos, o bien otorgándoles fructíferos cargos y oportunidades en Ultramar, no hizo nada por Sesto. Ni siquiera la vista gorda. Al final le tocó la "pedrea" de ser alcalde de Madrid(1857-1864).El duque de Sesto era Rechoncho, maduro, elegantón, adornaba su rostro inexpresivo unas patillas semejantes a las de Don Alfonso, negras teñidas. 

El duque era bonancible y frívolo. El día de la toma como alcalde de Madrid, su ayuda de cámara le tendió la chistera, la capa de etiqueta y los guantes, y el secretario del duque tomó el bastón  que había de serle entregado al nuevo alcalde en el momento oportuno. Este bastón, propiedad del prócer, eran un palasan con bola de oro, contera de lo mismo y unos hermosos brillantes en el cerco de la empuñadura. El día anterior le habían puesto las borlas adecuadas para convertirlo en bastón de mando. El duque se sentía feliz a la puerta de su palacio, que estaba situado donde hoy está el Banco de España y, abordo de una elegante berlina tirada por unos brioso tronco de caballos partió a la Casa de la Villa. En el despacho del Alcalde rodeado de los concejales recién nombrados entre abrazos, jolgorio, apretones de manos y vivas al Rey su bastón desapareció para siempre. ¡Se lo habían robado!
Murió en un hotelito de pequeña traza, arruinado olvidado y en silencio, el alfonsino que más hizo por la restauración. 
Antonio Espina
Las tertulias de Madrid

Coplilla dedicada al duque de Sesto cuando sacó un bando en el que se prohibía mear bajo la multa correspondiente.

¡Cinco duros por mear!
caramba qué caro es esto.
¿Cuanto querrá por cagar 
el Duque de Sesto?

Alfonso XII y el Duque de Sesto

miércoles, 5 de septiembre de 2012

EL DE DELANTE

VA siempre delante. Manos a la espalda,
indeterminado. Viste de oscuro
Avanzo, avanza.
Paro, para.

Va siempre delante.
Silueteado en mancha.
Va siempre delante.
(Es el de delante.)

Nunca le adelanto. Ni por esos campos.
Ni por estas calles. Surge del asfalto.
De la lunería
de un escaparate.

Le crucé en su duelo. Se cruzo en mi duelo.
-Señor mío-                     -Señor mío-dijo.
Él no dijo nada.           Yo no dije nada.

(¡Oh, el adelantado que jamás se alcanza!)
Al que nunca alcanzo,
pues si avanzo, avanza
y si paro, para.

Va siempre delante
su luctuosa mancha,
va siempre delante.
(Es el de delante)

!Sombras en el muro!

Antonio Espina
Poesía completa y epistolario
Calambur, 59, Madrid, 2006