viernes, 7 de septiembre de 2012

MANOS

Las manos

me decían mis padres
antes de sentarme
a la mesa a comer.

Lávate bien
las manos.

No alcanzaban
a comprender
que los niños
las tenemos siempre
limpias.

David González




jueves, 6 de septiembre de 2012

EL DUQUE DE SESTO (ALCALDE DE MADRID)

El duque de Sesto fue  amigo de Alfonso XII con el que gastó el dinero a manos llenas hasta verlo en el trono de España. Luego todos fueron ingratos con él, incluso el Rey. Canovas del Castillo que a otros colaboradores de la Restauración les permitió levantar grandes fortunas o redondear las que tenían, haciendo la vista gorda sobre sus chanchullos, o bien otorgándoles fructíferos cargos y oportunidades en Ultramar, no hizo nada por Sesto. Ni siquiera la vista gorda. Al final le tocó la "pedrea" de ser alcalde de Madrid(1857-1864).El duque de Sesto era Rechoncho, maduro, elegantón, adornaba su rostro inexpresivo unas patillas semejantes a las de Don Alfonso, negras teñidas. 

El duque era bonancible y frívolo. El día de la toma como alcalde de Madrid, su ayuda de cámara le tendió la chistera, la capa de etiqueta y los guantes, y el secretario del duque tomó el bastón  que había de serle entregado al nuevo alcalde en el momento oportuno. Este bastón, propiedad del prócer, eran un palasan con bola de oro, contera de lo mismo y unos hermosos brillantes en el cerco de la empuñadura. El día anterior le habían puesto las borlas adecuadas para convertirlo en bastón de mando. El duque se sentía feliz a la puerta de su palacio, que estaba situado donde hoy está el Banco de España y, abordo de una elegante berlina tirada por unos brioso tronco de caballos partió a la Casa de la Villa. En el despacho del Alcalde rodeado de los concejales recién nombrados entre abrazos, jolgorio, apretones de manos y vivas al Rey su bastón desapareció para siempre. ¡Se lo habían robado!
Murió en un hotelito de pequeña traza, arruinado olvidado y en silencio, el alfonsino que más hizo por la restauración. 
Antonio Espina
Las tertulias de Madrid

Coplilla dedicada al duque de Sesto cuando sacó un bando en el que se prohibía mear bajo la multa correspondiente.

¡Cinco duros por mear!
caramba qué caro es esto.
¿Cuanto querrá por cagar 
el Duque de Sesto?

Alfonso XII y el Duque de Sesto

miércoles, 5 de septiembre de 2012

EL DE DELANTE

VA siempre delante. Manos a la espalda,
indeterminado. Viste de oscuro
Avanzo, avanza.
Paro, para.

Va siempre delante.
Silueteado en mancha.
Va siempre delante.
(Es el de delante.)

Nunca le adelanto. Ni por esos campos.
Ni por estas calles. Surge del asfalto.
De la lunería
de un escaparate.

Le crucé en su duelo. Se cruzo en mi duelo.
-Señor mío-                     -Señor mío-dijo.
Él no dijo nada.           Yo no dije nada.

(¡Oh, el adelantado que jamás se alcanza!)
Al que nunca alcanzo,
pues si avanzo, avanza
y si paro, para.

Va siempre delante
su luctuosa mancha,
va siempre delante.
(Es el de delante)

!Sombras en el muro!

Antonio Espina
Poesía completa y epistolario
Calambur, 59, Madrid, 2006




martes, 4 de septiembre de 2012

SEPTIEMBRE

EN septiembre ocurren días de cielo descendiendo a la tierra. Se abre el puente levadizo de su castillo en el aire y, bajando por una escalera azul, el cielo se apoya durante un rato en el suelo. Septiembre es el mes de las bodas entre la superficie terrestre y el espacio de encima encendido por la luz.

LOS PECES NO CIERRAN LOS OJOS
ERRI DE LUCA

lunes, 3 de septiembre de 2012

SOIS LO QUE VA A VENIR

VOSOTROS que veréis más primaveras
ahora insospechadas,
y oiréis otras músicas
no nacidas aún;
que tendréis esperanzas muy distintas,
como quien calza unos zapatos nuevos,
aunque en el fondo sea
la esperanza de siempre.
Sois lo que va a venir,
su quebradiza incertidumbre, el aire
que no respiramos, un asombro
ante la sencillez.
Cuando seáis como madera vieja
bruñida y desgastad por el tiempo,
lo mismo les diréis a vuestros hijos.

Carlos Pujol

sábado, 1 de septiembre de 2012

CARLOS III Y FAMILIA

El día 9 de Noviembre de 1759 hizo su entrada en Madrid Carlos III. Madrid tenia unos doscientos mil habitantes y era una ciudad descuidad, falta de los más elementales servicios urbanos, polvorienta y sin más edificios notables que el Palacio Real. Carlos III venia de Nápoles donde había dejado muestra de su buen gusto y espíritu renovador.
Los monumentos arquitectónicos más bellos que hay en Madrid se deben a Carlos III, entre ellos El Museo del Prado, La puerta de Alcalá y el Jardín Botánico. Madrid experimentó un cambio extraordinario, desvaneciéndose las notas tétricas y enlutada del estilo de los Austrias y sustituyéndolas por el optimismo Italiano y francés que dieron origen  a la alegría del pueblo. Puso farolas en la vía pública, recortó alas de sombreros y vuelos de capas; estableció la institución de los serenos y pavimento con baldosas y adoquines las rúas de la ciudad.
De mala calidad fue su descendencia, desde su hijo Carlos IV, falto de razón, pasando por el "Narizota, cara de pastel" como era conocido Fernando VII, hasta nuestros días con el cazador de elefantes y familia. Los del Triangulo*, intentaron asesinar al Narizota en una casa de citas. La mujer de éste, María Cristina me quiere gobernar, tampoco perdía el tiempo y tenía de amante a Fernando Muñoz duque de Riánsares, con el que se casó cuando el Narizota la palmó. Así, como no iba a salir pendona Isabel II.

*La del Triangulo era una agrupación clandestina dirigida por Vicente Richart, abogado catalán. Se llamaba del Triangulo porque sus afiliados formaban una cadena compuesta por eslabones de tres personas.

PD para confeccionar este Real Show, estoy leyendo con sumo placer, La tertulias de Madrid y el Cuarto Poder de Antonio Espina.

  

viernes, 31 de agosto de 2012

EL HOY DE NUESTRO GOCE

¿No comprendes
que las horas amargas vuelven siempre,
y el minuto feliz siempre va huyendo?
El hoy de nuestro goce
es el bello mañana del recuerdo.

Antonio Espina



jueves, 30 de agosto de 2012

VANIDAD

            Ser humo.
Pero salir por las rendijas y disiparse
y salir por la chimenea sin que nos vean.

           Ser agua.
Pero ¿dulce y prisionera en la cañería?
o ¿amarga y abandonada en el mar?

            Ser idea.
Pero fuera del cerebro ¿a quién importa?
y dentro
¿para qué sirve?
             Es verdad.
             No es verdad.

Antonio Espina


miércoles, 29 de agosto de 2012

LA IMPOTENCIA DE UN REY

El médico me dijo que no circuncidara a mi hijo, era algo sucio de clase baja". Tammy Schmitt residente en Kansas recuerda la gran presión que recibió  para que no circuncidara a su hijo hace siete años. En Alemania, el pasado junio un tribunal de Colonia declaró ilegal la circuncisión de niños por razones religiosas.

Un ridículo defecto anatómico puede arruinar una monarquía. Luis XVI llegó de rebote a Rey de Francia, su padre murió a los treinta y seis  años y su hermano se cayó del caballo balancín. El médico de la corte Lassones reconoce al rey Luis XVI y  pone de manifiesto que la impotencia del Delfín no es producida por ningúna causa espiritual, sino por un insignificante defecto orgánico, una  fimosis. Debido a su temor al cirujano pasó más de siete años sin consumar el matrimonio con María Antonieta. El emperador José (su cuñado Pepe) se trasladó especialmente a París para convencerle de los beneficios de la cuchilla. "Mira Delfín, esto ye igual que la Guillotina, pero en vez de cortar cabezas, las libera y, ¡Lo convenció! Cuando se casó con María Antonieta, Luisín, tenía dieciséis años y ella quince, la impotencia del monarca iba más allá de la alcoba, incluso llegó a ser un asunto de alta política, los embajadores de las diferentes naciones se interesaban por el asunto, siendo el embajador español, Conde de Aranda,el más celoso, llegando a sobornar criados para que examinasen las sabanas de la cama de los monarcas.Al fin todos fueron felices y María Antonieta mucho más y desde entonces se dedicaron al trabajo de toda monarquía: Hacer principitos.
 

lunes, 27 de agosto de 2012

MI CALLE

TODO lo que tengo está guardado
en lo que recuerdo...
Carlos Pujol



EN mi calle había una carbonería,
una panadería, un asilo de ancianos
y una tienda de ultramarinos, La Flor.
Avelino, el hijo de los dueños, murió joven.

Casa Castañón era un chigre,
tenía mesas de madera y serrín en el suelo.
Por mi calle pasaban unas señoras con un carro
¡ay sardines de ahora vives!
Mi madre prefería comprar en
la pescaderia de Anita.

¡Las otras eran unas sardineras!

Rionda tenía un llagar y una criada, Florinda.
El marido de Florinda era Zapatero en el portal
de la casa la Trolla.
Los toneles de Rionda tenian una trampilla
por la que nos metíamos a limpiarlos.

A cambio: ¡caramelos!

Mi calle era un pequeño mundo que
olía a Carbón en invierno y a Mar en verano.
Los Reyes nos traían
pistolas de restallu,
y a los más ricos, bicicletas.

Sabíamos que alguien había muerto
porque la gente se reunía en las aceras,
entonces un murmullo recorría mi calle;
cesaba cuando aparecía un coche negro y
bajaba un cura con sotana, entonces,
se hacia el más absoluto de los silencios.

Mi calle termina en la Mar.
Apoyados en la barandilla del paseo
veíamos salir los barcos del Musel.
Allá en el horizonte, está Inglaterra.
Que grande era la calle La Playa,
y que pequeña me parece ahora.

Miner