"He soñado a veces que cuando amanezca el día del juicio final, y los grandes conquistadores, abogados, juristas y gobernantes se acerquen para recibir su recompensa, el todopoderoso al vernos llegar con nuestros libros bajo el brazo, se volverá hacia Pedro y dirá, no sin cierta envidia" :
Miralos; esos no necesitan recompensa. No tenemos nada que darles, les gustaba leer"
Wirginia Woolf
EN SUEÑO
Para fugarse de la tierra
un libro es el mejor bajel;
y se viaje mejor en el poema
que en el más brioso y rápido corcel.
Aún el más pobre puede hacerlo,
nada por ello ha de pagar:
el alma en el transporte de su sueño
se nutre solo de silencio y paz.
Emil Dickinson