En 1939 Tennessee Williams trabajó en una granja avícola desplumando pollos. Ejecutaba a los pollos, los degollaba y los sostenía sobre un barreño hasta que escurrieran la última gota de su sangre. Por cada pollo que desplumaba y preparaba para su envio a los mercados de los Ángeles dejaba caer una pluma dentro de una botella de leche rotulada con su nombre y, al termino de la jornada, cobraba con arreglo a la cantidad de plumas que tenía en la botella.
Gracias a la lista Falciani ahora sabemos cómo nos desplumaban. El dinero que los ahorradores depositaban en el Banco de Santander, sin ellos saberlo, terminaba en Suiza patria querida. El Presidente del banco lo lleva al HSBC en una operación inversa de lavado de dinero. Lo cogía limpio y lo ensuciaba mientras nos despachaba con un Sermón: Es un momento fantástico para España le están llegando dinero para todo, para la bolsa, la deuda pública y las inversiones directas, existe una confianza en España como no se pueden imaginar (Emilio el del Botín). Nuestras plumas iban camino de Suiza. El dinero entraba por la puerta y salia por la ventana mientras nos quedábamos en casa viviendo por encima de nuestras posibilidades; si a vivir como pollo sin cabeza se le puede llamar vida. En Suiza tenían una confianza ciega en España.
"No tengo ningún problema con ello no soy de los que voy de moralista" Ramón López Vilas ex Magistrado del Tribunal Supremo dijo esto sin que se le moviera ni un pelo de la peluca. El sueldo de Ramón mientras estuvo en el Tribunal Supremo lo pagaban los contribuyentes de los que él no formaba parte.
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| La botella de nuestras plumas |
Ya lo libraron de la cárcel por ser quien era, pero el dinero lo puede todo, es imposible ir contra el muro, aunque bueno es intentarlo.
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