lunes, 5 de mayo de 2014

A SÍ MISMO

REPOSARÁS por siempre,
cansado corazón. Murió el engaño
que eterno yo creí. Murió. Bien siento
que, de engaños queridos,
no la esperanza ya, el anhelo a muerto,
cesa para siempre. Mucho
palpitas. Las cosas no merecen
tus latidos, ni es digna de suspiros
la tierra. Hiel y tedio
la vida es, nada más, y fango el mundo.
Cálmate. Desespera
por vez última. El hado a nuestra especie
no dio más que el morir. Ahora desprecia
a natura, al horrible
poder que, oculto, nuestro mal procura,
y la infinita vanidad del todo.

Giacomo Leopardi
Traducción: Eloy Sánchez Rosillo
Antología poética
colección LA CRUZ DE SUR
EDITORIAL PRE-TEXTOS

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