miércoles, 11 de septiembre de 2013

UN GENERAL EN LA BIBLIOTECA

En Pandurría, nación ilustre, un día una sospecha se insinuó en la mente de los altos oficiales: la de que los libros contenían opiniones contrarias al prestigio militar.
Una comisión formada por cuatro tenientes al mando de Fedina, general severo y escrupuloso, revisan todos los libros de la Biblioteca de Pandurria para comprobar lo que algunos libros dicen: que los generales también se pueden equivocar y provocar desastres. 
...Descubrieron nuevas curiosidades que satisfacer, iban tomando gusto a aquellas lecturas y aquellos estudios como jamás lo hubieran imaginado; por otro lado no veían la hora de volver con las gentes, de retomar contacto con la vida que les parecía ahora mucho más compleja, casi renovada ante sus ojos. Por otro lado se sentían llenos de aprensión, porque debían de rendir cuentas de su misión, y con todas las ideas que les brotaban en la cabeza ya no sabían como salir del atolladero.
Las conclusiones de la comisión no fueron del gusto del Estado Mayor de Pandurría  que no dejó terminar al general Fedina su exposición. El general y los cuatro tenientes fueron retirados del servicio por motivos de salud.
...Su discurso fue una especie de compendio de la historia de la humanidad, desde los orígenes hasta nuestros días, en la que todas las ideas más indiscutibles para los bien pensantes de Pandurría eran criticadas, las clases dirigentes denunciadas como responsable de las desventuras de la patria y el pueblo exaltado como victima heroica de guerras y políticas equivocadas.
Un general en la biblioteca 
Italo Calvino. 
Hoy se cumplen cuarenta años del golpe militar en Chile.Si políticos y militares fueran recluidos en una biblioteca, como los protagonistas de este breve relato, cuantas guerras y tragedias no se evitarían. El de la foto, mejor hubiera estado recluido, pero en la cárcel.

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