miércoles, 29 de agosto de 2012

LA IMPOTENCIA DE UN REY

El médico me dijo que no circuncidara a mi hijo, era algo sucio de clase baja". Tammy Schmitt residente en Kansas recuerda la gran presión que recibió  para que no circuncidara a su hijo hace siete años. En Alemania, el pasado junio un tribunal de Colonia declaró ilegal la circuncisión de niños por razones religiosas.

Un ridículo defecto anatómico puede arruinar una monarquía. Luis XVI llegó de rebote a Rey de Francia, su padre murió a los treinta y seis  años y su hermano se cayó del caballo balancín. El médico de la corte Lassones reconoce al rey Luis XVI y  pone de manifiesto que la impotencia del Delfín no es producida por ningúna causa espiritual, sino por un insignificante defecto orgánico, una  fimosis. Debido a su temor al cirujano pasó más de siete años sin consumar el matrimonio con María Antonieta. El emperador José (su cuñado Pepe) se trasladó especialmente a París para convencerle de los beneficios de la cuchilla. "Mira Delfín, esto ye igual que la Guillotina, pero en vez de cortar cabezas, las libera y, ¡Lo convenció! Cuando se casó con María Antonieta, Luisín, tenía dieciséis años y ella quince, la impotencia del monarca iba más allá de la alcoba, incluso llegó a ser un asunto de alta política, los embajadores de las diferentes naciones se interesaban por el asunto, siendo el embajador español, Conde de Aranda,el más celoso, llegando a sobornar criados para que examinasen las sabanas de la cama de los monarcas.Al fin todos fueron felices y María Antonieta mucho más y desde entonces se dedicaron al trabajo de toda monarquía: Hacer principitos.
 

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