EL TIEMPO QUE NUNCA CESA

Ignacio Martínez Pisón recopila, en Partes de Guerra, treinta y cinco cuentos sobre la Guerra Civil. Aunque solo fuera por los escritores ...

Mi muerte no la sabré. Por qué habría de llorar la pena que no ha de ser. Por otras muertes vecinas pongo luto en el papel y en la co...

EN ALGUNOS RELOJES de sol hay una  inscripción latina. Vulnerant omnes, última necat. "Todas hieren la última mata". Ser impuntu...

AHORA, en primavera si llueve y sale el sol, yo siempre tengo entrada para el balcón. La lluvia es una pátina -ven, míralo- que deja...

Álvaro trabaja en una notaría pero su máxima aspiración es ser novelista. Acude a un taller en el que se aprende a escribir, y, conoce a J...

En el dos mil nueve el pintor y escritor Eduardo Arroyo escribió Minuta de un testamento. El capítulo veintidós trata de AUTONOMÍAS Y LOCA...

CUANDO GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ  tenía doce años estuvo a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con ...

        24-X-2013 Sentir tu cuerpo, el paraíso; la lejanía de tu cuerpo, el purgatorio; la ausencia de tu cuerpo, el infierno. Los viej...

PARA EL ABOGADO Paul Bekaert perder el tiempo es ganarlo. Según la Razón, que no siempre la tiene, el abogado belga de Puigdemont cobra en...

Haya cielo o infierno, nadie elige. Duerme tranquilo el día indiferente.                  También la puerta a la otra vida te la abr...