EL TIEMPO QUE NUNCA CESA

L a araña se encendió, como un astro en un cielo. Debajo, tú surjiste, casi Venus naciendo.     ¡Luces y desnudeces! ¡El centro de l...

Lo más indecente de Dos historias nada decentes (Alan Bennett)  es no disfrutar de los dos relatos que forman el libro, La señora Donalds...

Lucio Licinio Craso el Orador, vivió durante un tiempo como un besugo, enamorado de una morena. La morena no era guapa pero si callada y t...

Se encontraba mi cuna junto a la biblioteca, Babel sombría, donde novela, ciencia, fabula, Todo ya polvo griego, ya ceniza latina Se...

S ol, solecito... Cuando era pequeño vivía encogido: la calle era negra el muro era húmedo, pero el sol alegre. Para San José el b...

T e quitaste, riendo, lo mismo que una reina loca, tu corona de sueños, y la echaste, radiante, al sol alegre, ¡y te abrazaste a mí, to...

El otro día ojeando la revista científica "Pronto" en la sala de espera de "Pesimistas sin fronteras", que preside mi ...

"Nuestra vida es un camino y, cuando nos paramos, la cosa no va. Hay que caminar siempre" Jorge Mario Bergoglio (Francisco) Po...

La nevada es silenciosa, cosa lenta; poco a poco y con blandura reposa sobre la tierra y cobija a la llanura. Posa la nieve callada ...

José Moreno Villa, en su libro, locos, enanos, negros y niños palaciegos, refiriéndose a la gran cantidad de personas de servicio que toda...