EL COMENSAL

"Imaginar ha sido la única opción que he tenido para intentar comprender".  El comensal, esa silla vacía que acompaña a la familia durante las comidas; la del abuelo Javier Ybarra asesinado por ETA y la de Ernestina la madre de Gabriela Ybarra. La autora es descendiente de una de las familias que hasta finales de los años setenta ocuparon los cargos de poder en Vizcaya. El primer capitulo de la novela está dedicado al abuelo secuestrado por ETA y asesinado en el Alto de Barazar. El segundo narra la muerte de la madre por un cáncer de colón. La enfermedad de la madre le sirve a la autora para evocar la muerte del abuelo ocurrido seis años antes de que Gabriela naciera, una reconstrucción libre del asesinato de Javier Ibarra. "En mi familia siempre se ha tratado de un tema delicado y la escritura ha sido a la vez liberadora y dolorosa: es como ir al fisioterapeuta. Te deja machacada la espalda, pero te cura". La novela trata el tema de la muerte sin tapujos huyendo del victimismo y la autocompasión. Sorprendente primera novela de Gabriela Ybarra.