viernes, 24 de marzo de 2017

EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO

"Lo que distingue al hombre insensato del sensato es que el primero ansía morir orgullosamente por una causa, mientras que el segundo aspira a vivir humildemente por ella".
Wilhelm Stekel
Quizás uno llegó tarde a leer El Guardián entre el centeno o quizás no. Por diferentes causas nunca me apeteció acercarme al libro de J.D. Salinger hasta que leí un articulo de Fernando Aramburu. "Holden Caulfield, protector de la infancia". Confieso que leí el libro con placer pero no como para desear que el autor fuera mi amigo y poder llamarlo por teléfono cuando quisiera. Holden Caulfield se dirige a los lectores con frases como la anterior y en eso si que me identifico con él incluso en lo de ser un completo analfabeto y leer muchísimo. Ante la duda que me planteaba al principio creo que la respuesta es que no llegué tarde a El Guardián entre el centeno porque como dice el señor Antolini a nuestro protagonista: Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualmente del mismo modo que tú. Felizmente, algunos de ellos ha dejado constancia de su sufrimiento.Y de ellos aprenderás si lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá algún día de ti si sabes dejar una huella. Se trata de un intercambio que no tiene nada que ver con la educación. Es historia. Es poesía. J.D. Sanlinger dejó huella. A lo mejor a algunos jóvenes les pueda aburrir más que a mi por llegar demasiado pronto al intercambio. El Guardián entre el centeno se convirtió en un best seller en 1951 gracias al enorme éxito entre los adolescentes. El libro lleva vendido desde entonces más de sesenta millones de ejemplares. Jerome David Salinger murió en el 2010.



jueves, 23 de marzo de 2017

CONTRATIEMPO

La soleá es un palo.
Contratiempo y marea.
Le estampó dos besos y lo echó a la buzonera.
El ensimismado es un bollo relleno de uno mismo.
Sembró la mente de malas ideas y recogió cebollinos.
Vivir en compañía de los recuerdos da mucho que pensar.

AFORISMiOS
Buzonera: sumidero de patio.

lunes, 20 de marzo de 2017

CATARRO CULÉ

Pablo pone las Iglesias y TVE la misa.
El Partido Popular privatiza el dinero público.
Joan Gaspar coge un catarro culé por bañarse en el mar.
Felipe Juan Froilán de todos Los Santos y Rey de Copas.
El PP a favor de recortar la coleta a los perroflautas por el efecto látigo.
Donal Trump apretó el botón rojo contra el blanco nuclear de su camisa.
La Comunidad de Madrid reclama el impuesto de sucesiones a Felipe VI.
Esperanza Aguirre monta un criadero de ranas con mamandurrias de la CEE.

jueves, 16 de marzo de 2017

VIDA DEL SEÑOR DE MOLIÉRE

En Pézenas Molière trabó amistad con el mejor barbero de la localidad, el respetable maestro Gelly. Su establecimiento gozaba de gran popularidad especialmente los sábados, la puerta de la barbería sonaba sin cesar; allí entraban los carniceros, panaderos, funcionarios y todo tipo de gente del lugar. Mientras los aprendices de Gelly arrancaban muelas o afeitaban a los clientes, los lugareños, que guardaban turno, charlaban de sus cosas entre pulgarada y pulgarada de rapé. No pocas veces llegaba alguna muchacha analfabeta roja de vergüenza con carta de su amado, que estaba en el servicio, para que se la leyeran. La carta leída en voz alta producía entre los presentes satisfacción si traía alguna buena nueva o, por el contrario, su condolencia si la noticia era triste. En una palabra el maestro Gelly tenía en su local algo semejante a un club. Un día Molière le rogó a Gelly que lo empleara los sábados para ayudarle a llevar la caja. El hospitalario Gelly puso a disposición de Molière un sillón de madera junto al escritorio, y el director se pasaba el rato ahí sentado cobrando las monedas de plata. Pero el señor Gelly contaba a todos en secreto que la caja solo era un pretexto para anotar a escondidas todas las cosas interesantes que se contaban en la barbería. Molière siempre tenía dispuestas entre los faldones unas hojas en blanco.

VIDA DEL SEÑOR DE MOLIÉRE
MIJAÍL BULGÁKOV

martes, 14 de marzo de 2017

CORTINAS DE HUMO POR ENCARGO

Este lápiz es una mina.
La pereza es una soñadora.
El espejo carece de imaginación.
Somos supervivientes de los días muertos.
La memoria perdida habita en la desmemoria.
Se dedicaba a la venta y confección de cortinas de humo.

AFROISMiOS


jueves, 9 de marzo de 2017

ASPAS AL VIENTO

Adiós Inmundo cruel.
El fiel de la balanza es un pesado.
El futuro es una huida hacia adelante.
En esta vida fue un calavera y en la otra, ceniza.
Los sentimientos son el motor de los aspavientos.
Amaba la verdad pero le era infiel con la mentira.

AFORISMiOS


miércoles, 8 de marzo de 2017

RÉQUIEM PARA UN LABURANTE

Cruzaba el cementerio en medio del viento, del sonido de las ramas a su merced, de la soledad de un día de semana al atardecer. Cerca de los crematorios, un hombre inclinado sobre una tumba cambiaba flores. Hablaba solo, o con la melancólica compañía del recuerdo de alguien. Volví a mi padre, era como si haber escrito no me alcanzara, pensé terminar la novela podía ponerle fin al asunto y que publicarla me iba a permitir pasar a otra cosa. Me di cuenta de que mi madre no iba a poder hacer lo que ese hombre estaba haciendo, no iba a poder cambiar las flores de la tumba de mi padre. Cuestioné su decisión de ser cremado, de no quedar en ningún lugar para fomentar no sé qué negocio. Luego sonreí, y lo nombré en voz baja. Inmediatamente pensé en el padre de mi amigo Alfonso, luego en mi amigo, y finalmente en mí. Lo que pensé me pareció en principio hermoso, pero después me quedé desolado. Pensé algo así: el único reconocimiento que puede recibir una persona, si hizo las cosas más o menos bien para unos pocos, es alguien inclinado sobre una sepultura, murmurando un rezo cotidiano y torpe, intentando inútilmente mantenerlo vivo en el recuerdo. Una plegaria humana, tartamuda, un monólogo acostumbrado, que se va haciendo inevitablemente frío. El acto doméstico, universalmente repetido, de reemplazar las flores de una tumba.

HASTA QUE PUEDA QUERERTE SOLO
PABLO RAMOS

sábado, 4 de marzo de 2017

PELEANDO A LA CONTRA

Orgullosos
flacos
muriéndose

Veo ancianos, jubilados, en el 
supermercado, aún orgullosos y están 
flacos y están muriéndose
están de pie muriéndose de hambré y no dicen 
nada. hace mucho tiempo, entre otras mentiras,
les enseñaron que callar era cosa
de valientes. ahora, después de haber trabajado toda la vida,
la inflación les ha cogido en su trampa. mirán a su alrededor
roban uva,
la mastican y hacen por fin una compra
minúscula, sólo para un día.
otra mentira que les enseñaron:
el séptimo, no hurtar.
prefieren morir de hambre a robar
(una uva no les salvará)
y en minúsculos cuartos
mientras leen los anuncios
se morirán de hambre
morirán sin pronunciar palabra
los sacarán de pensiones
jóvenes chicos rubios con el pelo largo
que les meterán en el furgón
y arrancarán, esos
chicos
de ojos grandes
que están pensando en las Vegas y en los coñitos y 
el triunfo.
es el orden de las cosas: a todos
nos toca primero probar la miel
y después el cuchillo.

CHARLES BUKOWSKI