domingo, 19 de febrero de 2017

HELENA O EL MAR DEL VERANO

-Helena...,te quiero.
Y Helena, serena, sin dejar de mirarme a los ojos, grave y hermosa, se fue dejando atraer, y cuando tuvimos los labios muy cerca, me dijo:
-Y yo a ti más.
Bebí el aliento de aquellas palabras, las bebí, las respiré, no las oí. No hablamos más. Íbamos juntos y solos entre el silencio del crepúsculo. Solos entre el silencio del mundo y del tiempo. Solos para siempre. Andando juntos y solos entre el silencio del mundo y del mar, andando, andando. Y todo era como un gran arco y nosotros lo íbamos pasando y al otro lado estaba nuestro mundo, nuestro tiempo, nuestro sol, nuestra luz, nuestra noche estrellada y siempre...

HELENA O EL MAR DEL VERANO
JULIÁN AYESTA
ACANTILADO

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