martes, 29 de noviembre de 2016

EL CIUDADANO ILUSTRE

Daniel Mantovani es un escritor al que le conceden el Premio Nobel. El alcalde del pueblo donde nació le invita para nombrarle "Ciudadano Ilustre". Hacia cuarenta años que Daniel no pisaba Salas, el escenario de su novelas. Cuando un asesino vuelve al lugar del crimen corre el riesgo de que algún testigo lo reconozca y, a Mantovania, un vecino envidioso lo delata. Todos somos asesinos del pasado que no nos interesa. El escritor escapa del pueblo, lo asesina, pero deja un rastro, una pista, las novelas. Mezclar realidad con ficción puede llegar a ser una combinación explosiva y eso es lo que le ocurre al ciudadano que empieza ilustre y termina deslustrado. Gabriel García Márquez fue mucho más listo, inventó a Macondo y al realismo lo hizo mágico. Remedios la bella empezó a elevarse en una sabana... Seguro que si Márquez hubiera regresado a Macondo no habría encontrado a ninguna Remedios que le escribiera, salieron todas por donde el humo. Película sarcástica, llena de frikis, con humor negro y un final abierto. Cada uno que lo interprete como mejor le parezca. Yo que soy un hombre fácil le concedería el Oscar a la mejor película extranjera. Pero viendo los resultado no se si les convendría a los directores G. Duprat y Mariano Cohn. Genial el actor Oscar Martínez -¡coño ya tiene el oscar!-con una interpretación creíble, pero increíble por si acaso.

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