domingo, 24 de julio de 2016

EN BUSCA DEL VOTO SECRETO

Cuando Jaime Gil de Biedma estuvo en Manila allá por los años cincuenta un famoso columnista de la prensa local arremetió contra los innumerables moteles que en el barrio de Ermita se dedicaban al trato carnal lo que llevó a los propietarios, casi todos chinos, a hacer algo y no se le ocurrió otra cosa que colgar este cartelito en la cabecera de las camas: Aviso a nuestros estimados clientes que por favor informen a la gerencia de cualquier acto indecente que se cometa en esta habitación bajo su responsabilidad.

En la elección de la Presidenta del Congreso hubo trato carnal. El coste de la relación la vamos a pagar entre todos. Si CDC forma Grupo propio va a ingresar al mes 28.597 euros, además de otros 1.645 euros más por escaño. Nos hubiera salido más barato haber hecho voto de castidad. El voto secreto se ideó para proteger la independencia del diputado y así romper la disciplina del partido si su conciencia se lo pide. Diez votos confundieron la conciencia con el subconsciente y el resultado fue hacerse independiente de los independientes. Esto nunca le hubiera ocurrido a Rufián, papá Tardá no se lo hubiera permitido. Con la nueva Presidenta el Congreso va a ganar en seguridad, ya no vendrá el Lobo, Villalobos, porque un Pastor cuidará el rebaño. Mejor me desconecto y sigo con mis lecturas de verano, Enterrar a los muertos de  Louise Penny, y, Diarios de Jaime Gil de Biedma. Miraba con ojos de homosexual español recién llegado a Manila, cuando veía a las parejas de muchachitos esbeltos cruzara la calle, con esa incomparable y graciosa lentitud de aquí, apaciblemente cogidos de la mano, tras ellos se me iba el corazón y los pantalones. Detrás de los picos se van los chicos.

Pico y chicos

No hay comentarios:

Publicar un comentario