miércoles, 15 de junio de 2016

LÍO EN LA FUNERARIA

Dos amantes trabajan en una funeraria en la que el dueño es suegro de uno de ellos. La amante, qué está casada, tiene dos líos más, uno con un empleado de la misma funeraria y otro con una persona con la que mantiene una fluida relación. Me imagino que en la cama. En esa funeraria entras como muerto y sales como amante. La única que actuaba como un muerto era Ana Belén, ninguno de los cuatro sabían que formaban parte de un triangulo amoroso. Irregular. Cuatro vertices. Ana Belén y Jesús formaron un Belén. El de la fluida relación tenía que contratar un sicario para ventilar al suegro de Jesús y por tres mil euros más  al otro empleado de la funeraria. Sale más barato matar que morir. El precio de las pompas están por los cielos. El objeto de la pareja era que la mujer de Jesús heredara y así beneficiarse de la herencia. Con este ritmo de asesinatos la Funeraria era un chollu. No me llames Belén llámame "La Siempreviva" Al final el plan se torció porque el encargado de contratar al sicario los denunció en la comisaría de Alcalá de Henares. "El próximo yo". Según la sentencia del Supremo Ana Belén tenia gran capacidad para urdir situaciones delicadas y secretas y, cuanto menos, complicadas de mantener de manera prolongada. Eso es lo que dice el Supremo pero yo no lo veo tan difícil trabajando en una funeraria, cada vez que uno de los cuatro te pidiera hacer el amor solo tendría que decir: "hoy no cariño, estoy muerta". Todo parecido con la ficción es pura realidad: "El Supremo condena a una pareja que planeó matar a su jefe en una funeraria". 


Fiambres Ana Belén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario