A la chita callando Elena Fortún escribió, con Celia en la revolución, una de las grandes novelas de la guerra civil. Es la novela que hubiera querido escribir Baroja, y no pudo: le faltó conocimiento de primera mano para hacerlo, y la que habría querido escribir Max Aub, y no supo, al estar preso él, como tantos otros, de prejuicios y "razones históricas", ya que al fin y al cabo Max Aub formaba parte de una de las dos Españas.
Andrés Trapiello
Lo anterior es parte del prólogo que Andrés Trapiello escribió para la nueva edición de Celia en la Revolución de la editorial Renacimiento. Leer el prologo completo es una invitación a la lectura de la novela. Elena Fortún se limita a poner en labios de una niña lo que ella vivió en primera persona. No juzga, relata lo que ve. Hay muchas novelas sobre los sufrimientos y el hambre que se pasaron en la retaguardia, pero ninguna como Celia en la Revolución. Con sencillez y una mirada libre de prejuicios cuenta el drama que se vivió. Sacas y fusilamientos incluidos. Cuando viaja en tranvía ve a mujeres corriendo a la orilla del río Manzanares para ver si entre los fusilados de la noche hay algún familiar, mientras el conductor del tranvía las insulta ante el silencio y respeto de la mayoría de los viajeros. Cuando llega a Valencia: En la calle de la Paz, encuentra todos los escaparate abierto. ¡Hay collares y sortijas, figuritas de bronce, relojes de lujo, jarrones! Un café elegante...Entro. Tal vez pueda desayunar...¡sí! la leche es de cabra, pero me parece exquisita. Se desplaza a Albacete donde el tren tiene que parar a cada poco debido a que en lugar de carbón se utiliza leña y hay que deshollinar la chimenea de la locomotora. Cuando llega a Albacete huele a tomillo. -Es que aquí se enciende la lumbre con tomillo...pronto vas a ver los burros con el serón lleno de tomillo para vender. Barcelona y los bombardeos.
-Sí.., el hijo de Elena Fortún habló de un manuscrito, pero no sabemos dónde está, quizá lo tenga su viuda, que vive en Estados Unidos.
Pedí sus señas y fui a visitarla, precisamente con ocasión de haber sido invitada a un congreso de literatura, al que llevé una ponencia sobre Elena Fortún.
La nuera de de Elena, una viejecita vivaz e inteligente, me recibió con toda la amabilidad del mundo y me entregó un bolsón lleno de papeles.
-Haga que se publiquen-me pidió.
Y entre ellos estaba el manuscrito.
Marisol Dorao
Hoy, 13 de julio de 1943,
termino de poner en borrador
"Celia en la revolución"
Elena Fortún
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