jueves, 24 de septiembre de 2015

EL MENSAJERO

Avísenle al difunto que murió
porque parece que no se ha enterado

Camina cabizbajo por las calles
sin entender lo que le sucedió

Su pulso se ha apagado poco a poco
su aliento ya no empaña los espejos
y se ha parado el tiempo en su reloj

Sin embargo es insólito que aún
conserve síntomas de su aflicción:

dificultades para respirar
la pérdida total del apetito
y en el costado un íntimo dolor

Cuéntenle de mi parte aunque ya es tarde
que un solo corazón no es suficiente:
para vivir se necesitan dos

Si pregunta quién es el mensajero
y por qué tiene que escuchar su voz

díganle que es un prójimo aquejado
del mismo mal de amor que no se cura
sino con la presencia y la figura.

Óscar Hahn
Los espejos comunicantes
Visor Poesía

No hay comentarios:

Publicar un comentario