martes, 12 de agosto de 2014

EL INVITADO AMARGO

Los celos son el fastidioso invitado amargo ("that sour unwelcome guest"), y ese verso sí que no es mío, sino de Shakespeare. Cuando entran en casa, aunque la casa no sea aún un hogar, más que importunar dejan la huella de una pisada que viene de fuera, del campo embarrado de la sospecha, y esa mancha queda en el suelo del cuarto del amor.
El invitado amargo

Esta novela está escrita a dos manos por Vicente Molina Foix y Luis Cremades. Cuando Vicente era un escritor de treinta y cinco años conoció a Luis, joven estudiante de diecinueve, con el que inició una relación amorosa. "Una persona que lleva sobre otra la ventaja del tiempo". La idea de la novela le surge a Vicente cuando en un intento de robo en su casa salen a relucir una serie de cartas olvidadas en un cajón, que Luis le envió cuando eran amantes, con ellas crearon los cimientos de esta novela, crónica o memoria. Los capítulos alternan las voces de los escritores y así vamos conociendo dos versiones de unos mismos hechos. La canción de la vida se compones de música y letra y estos dos, como no podía ser de otra manera, saben mucho de letra pero poco de música. Por estas paginas también circulan algunos escritores de los años ochenta como Fernando Savater, Luis Antonio de Villena, Lourdes Ortiz, Juan Benet y todos bajo la tutela de Vicente Aleixandre.
A Villena, Luis Cremades, no lo deja en muy buen lugar y esto es lo que le responde: A mi me pinta mal en una escena  inicial falsa, sin duda porque lo desdeñé y se lo pasé a otro. Miente. Él se me rindió con armas y bagajes, pero las armas eran chicas y los bagajes estaban por venir. Lógico que me riña, feo que mienta. Pero es una minucia en un libro grande, atractivo y original. 
  

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