martes, 10 de junio de 2014

TATUAJE

Cuando terminó la Guerra Civil Española los presos del bando Repúblicano trataban de engañar a los vencedores con cintas y rosetones monárquicos, crucifijos, crucecitas, medallas y escapularios. Otros llevaban vendados los antebrazos para tapar los tatuajes con las iniciales CNT, FAI, PC. Algunos se los raspaban con papel de lija y lucían unas impresionantes llagas.
Si cuando Melanie Griffith venia a España con Antonio Banderas hubiese escuchado la canción Tatuaje de Conchita Piquer- un tatuaje es el recuerdo del pasado que nunca más ha de volver y para siempre voy marcado con este nombre de mujer...- en lugar de Antonio, se habría tatuado Banderas, que valen para todo. Para la Paz, para la Guerra, para el amor, para envolverte en ella, para colgarla de un palo... Era gallardo y altanero y más rubio que la miel. Mira tú nombre tatuado en la caricia de mi piel a fuego lento lo he marco y para siempre iré con él. Quizá ya tú me has olvidado en cambio yo no te olvidé... ésta si qué sabía lo que se guisaba.  

1 comentario:

  1. Los tatuajes juegan en contra de nuestra idiosincrasia...
    mejor pegatinas de quita y pon...

    Saludos.

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