jueves, 13 de junio de 2013

OTRO CANTAR

Mi mundo no es de este mundo.
Lo supe desde la infancia,
aunque no ha sido hasta hoy mismo
en que lo pienso en palabras
cuando lo entiendo, y lo asumo
como esas cosas que pasan.

El agua tiene sus mundos:
el de la nieve encantada,
el peregrino del río,
el de la ola en volandas,
el ermitaño de un pozo,
el de las lluvias de plata,

y otros muchos, y de todos
el que prefiere esta alma
es ese frágil y alado
de las nubes. Son metáforas
de una existencia tranquila,
inútil, nómada y trágica.

Fijaos en una nube
de las redondas y blancas
con sus volutas pletóricas
y con sus formas extrañas...
y, cuando pase, esforzaos
en intentar recordarla.

Es imposible, y qué hermosa
refulgía en la mirada.
Y ahora, ¿qué parecerá?,
¿dónde estará?, ¿en que montaña
o en qué ciudad , mar o charco
caerán sus gotas románticas?

Que la vida son dos días
es una máxima clásica
que una mínima experiencia
especifica y aclara:
un domingo por la tarde
y un lunes por la mañana.

Casi nada vale mucho
y al final todo se pasa;
nuestro dolor, nuestra dicha,
nuestras valientes batallas
en el fondo, ¿a qué engañarnos?,
no tiene mucha importancia.

Una canción, por si sola,
puede valer...lo que valga
-no sé de cálculos fríos
ni de medidas exactas-
pero nunca valdrá tanto
como el hecho de cantarla

Jaime García- Máiquez
Otro Cantar
Premio "Arcipreste de Hita" 2006
Editorial Pre- Textos

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