lunes, 3 de junio de 2013

DESPUÉS DE LA TORMENTA

Tanto tiempo estuvo la insolación intentando seducir a la
   Tormenta,
que le  engendró un hijo
que tenía el pulso del corazón en el rayo,
la garganta en el trueno y el chubasco en la voz...

Después todo calló solo las penumbras bailan en silencio
y solo ese silencio huele violentamente
como el cálamo aromático que, el día del Corpus
lanzamos bajo los pies del sándolo.

Vladimír Holan


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