martes, 4 de febrero de 2020

JOSÉ LUIS CUERDA

HOY murió José Luis Cuerda. Recupero una entrada de marzo del 2013

La vida es lo mejor.
Hace un tiempo le oí contar a José Luis Cuerda que su madre les prohibía a él y a sus hermanos meter ruido para no despertar a su padre que trabajaba de noche. Su padre jugaba a las cartas, buena profesión. Dios también juega a la baraja, reparte suerte a diestro (torero) y siniestro (total). 
Nos trasladamos a Madrid porque mi padre ganó al póquer un piso a estrenar en el paseo de  La Habana a uno de los más conocidos constructores  de este país. El estallido de la Burbuja inmobiliaria empezó en la escalera...de color.
El otro día, para refugiarme de la lluvia,  tuve que escoger entre una una librería y una capilla. Yo que soy muy religioso escogí la librería San Pablo y eso que el  Bar, con la qué estaba cayendo, se llamaba  el Arca de Noe. Una decisión muy acertada, salí de la librería con "Si amaestras una cabra, llevas mucho adelantado" de José Luis Cuerda. El libro solo cuesta siete euros con cincuenta, pero vale mucho más, un rato de felicidad no tiene precio. Algunos aforismos de José Luis Cuerda, más que sonrisas, producen carcajadas, como muestra, estos de la confitería la Fe en la Semana Inglesa.

Se dice que la fe mueve montañas; pero
hay que tener mucha fe para creérselo.

Si los sacerdotes lograran convencer
de la perfección que les reporta 
el celibato, se acababa el mundo.

El Todopoderoso parece el sobrenombre
de un matador.

   Hay día jeremías, días apocalipsis,
días deuteronomio. Hay  más días que 
Longanizas.

El prestigio de la docena es más una 
cuestión de huevos que de apóstoles.

Muchas veces lo inexplicable se puede 
explicar inexplicablemente.

Amar a Díos sobre todas las cosas, sí;
pero no más que a Marí Carmen.

No fornicarás mientras no mires
en diccionario lo que es eso.

Puestos a decir amén,
prefiero hacerlo sin la tilde.


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