viernes, 8 de febrero de 2013

LA NEGRA SEDA DE MI TRISTEZA

LO sé, Dios solo está clínicamente muerto
se recuperara y volverá al trabajo.
Mientras tanto, rezaremos
a la Química, a la Física y
a la Historia Natural y de la Sociedad.

Despacio para no dañar las almas tiernas
de mis muñecas que yacen tiradas
en  los rincones, ando de un extremo a otro
de la ventana. Todos me ven, los
de fuera y los de dentro. Yo veo
solo la negra seda de mi tristeza.

Me pregunto si Dios ha perdido
la fe en mí, si se ha hartado de
mis tonterías. Por otra parte, sé que
a los ángeles no les gustan los triste.
Hay que pecar, no arrepentirse, ser alegre.
Que el diablo se emborrache en las tabernas
pueblerinas de mala muerte.

Guía de Mongolia
Svetislav Basara
Minúscila


No hay comentarios:

Publicar un comentario