lunes, 3 de diciembre de 2012

EL MADRUGADOR

También hoy, a las ocho menos veinte
como de costumbre, espera que salgas de casa
y entres en el día y su rutina-la semana-.

No sabes quién es, pero lo sospechas bien.

Es el que derrama aceite en una curva
muy cerrada del invierno antes de que llegues,
el que ayer votó a favor de la Ley de la Gravedad
y hoy te la arroja, con maceta, desde un quinto piso.
Es el que te cita bajo el árbol de la tormenta
cuando el cielo se rasga como un palio,
el que arregla los futuros imperfectos,
el que hace su agosto cada uno de noviembre,
el que redacta los guiones para que el azar los lea.

Tales son sus dedicaciones y otras peores.

Pero también algunas veces, pocas,
si está de humor te dictará al oído
el nombre de un caballo en el hipódromo
te arreglara a escondidas lo mismo una cita
que una moto vieja, te lo dará todo
aunque al cabo te quite más: la vida.

No sabes que rostro te reserva hoy,
si esta mañana te maldice o te sonríe.
Qué guarda para ti en su mano cerrada,
qué te arrojará de repente a la cara:
si una salva de arroz o un puñado de tierra.
Si te coronará de ortigas o de laureles.

Pero te espera y no lograrás esquivarle.
Pero te precede y no podrás aventajarle:
por mucho que madrugues, tu destino
siempre se levanta antes que tú.

Jesús Jiménez Domínguez




4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. ¡Nada que no te puedo dejar de la mano!. Tardo en entrar....¡ y la lío! Jaaa, jaaa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno pero tres comentarios pal bote "galipote". Esta palabra ye muy gijonesa. (Chapapote)

      Eliminar