viernes, 23 de noviembre de 2012

ERICH OHSER

Leyendo el diario de Hans Fallada En mi país desconocido, encuentro este episodio sobre el caricaturista Erich Ohser que refleja muy bien lo que era la Alemania Nazi. El partido de Hitler era votado por el noventa y cinco por ciento de la población. A menudo se confundía el Estado con el partido. Los diarios de Fallada apasionantes.

Erich Ohser nació en la ciudad sajona de Plauen, donde hay tantos telares. Un hombre como un niño, un elefante que sabía bailar en la cuerda floja. Cuando uno habla de él siempre le viene a la pluma la palabra "risa", la risa era su elemento primario, para él reír era tan importante como respirar  yo creo que no pasó ni un día de su vida que no riera. Era un hombre delicioso porque era como un niño, aún en posesión de todos los paraíso de un niño. A él, que odiaba a los nazis, le pregunté cómo podía obligarse a publicar cada semana caricaturas políticas en el periódico del Dr. Goebbels, Das Reich, sonrió y dijo:
-"Bueno, ellos no dejan de ser ahora nuestros enemigos, los Churchill, Roosevelt y Stalin, no resulta inmoral luchar contra un enemigo. Lo que nunca haré sera una caricatura antisemita". Durante los bombardeos de Berlin y en ausencia de su mujer e hijos compartió la vivienda con su  amigo Erich Knauf y cuando por la noche se contaban algo y reían, ¡su patrón se dedicaba a anotar cada una de sus palabras! Fueron denunciados a la Gestapo por el capitán Bruno Schultz y su mujer Margarete la mañana del 28 de Marzo de 1944. Dudo que le pagaran por ello; seguro que cometió esa cochinada como el más noble de los sentimiento hacia su querido Führer. El material era simplemente definitivo  incluso Goebbels no podría haber salvado a su caricaturista del alma. Sin embargo, hicieron algo por él, le pusieron un revolver en la celda y dejaron que fuera él quien dictara sentencia. Y así lo hizo. Estoy convencido que rió al morir. ¡Qué sus cenizas descansen en paz. 

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