miércoles, 31 de octubre de 2012

CONGRESO Y SENADO ASILO DE INVÁLIDOS

Habéis osado declarar en vuestros presupuestos que la boca de los cañones es más sagrada que la boca de los hombres, y su ánima de acero más digna de cuidados que el alma tierna de los niños.
Alejandro Sawa

Un zascandil me despierta bruscamente de un ensueño mental para expresarme su indignación porque a Sánchez Guerra,  que es motivo de la gacetilla política del instante, lo hayan hecho ministro.
Y yo veo en el zascandil de mi cuento un ejemplo de la incurable ceguera española. ¿ Por qué esa indignación ? ¿Acaso todos los gobiernos que existieron en España, desde la implantación del régimen constitucional, no han estado formados por reclutas de la intelectualidad borrosa  y epicena que ese ministro de ahora a quien quieren hacer, por lo visto, pagar las faltas de todos sus antecesores?
Que se cuenten los consejeros del rey que desde la creación de las barracas parlamentarias han sido moral ni intelectualmente superiores al triste ministro de ahora. ¿Son diez los que le aventajan en talento y garbo personal? ¿Son ocho? ¿Son cinco? No es inferior a casi ninguno de ellos llevándoles en cambio la ventaja de que, plebeyo, supiera desde el primer instante llevar su cartera, como un predestinado de la fortuna política, con no menos dignidad que un aguador su cuba.
Los sendos barracones del Senado y del Congreso son, efectivamente, verdaderos asilos de inválidos de la desmedrada intelectualidad española, y sin más esfuerzo que el de dar tozudos aldabonazos, los mediocres y los lisiados tienen allí seguro su derecho de asilo.

Iluminaciones en la Sombra
Alejandro Sawa

PD Esto muy bien podría ser hoy, pero fue en el año 1903, cuando Sánchez Guerra fue nombrado ministro de la gobernación en el gobierno de Maura.
José Sánchez Guerra

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