jueves, 10 de mayo de 2012

CUENTAMETE OTRO CUENTO

CUANDO se murió el canario,
puse en la jaula un limón.
¡Soy un caso extraordinario 
de imaginación!

Francisco Vighi

El maestro Domínguez hizo un arte de contar cuentos, en el que no tuvo competidor, el gran farsante se vanagloriaba de contarle cuentos a Isabel II. "Le habían hablado de mi y quiso conocerme". Yo iba temblando y como me informaron de que Isabelita no tenia nada de gazmoña, voy y le digo: ¿De qué coló ha de ser er cuento majestá. "Der que tu quieras"..."Aunque pique un poquito" "No importa a mi me gusta el picante". Y entonces le largue uno que, de tanto reí, le dolían los riñones.

En una época mala, no sabiendo qué jasé, me dediqué a vender loros. Conque un día va una señora y me pregunta: "¿A cuántos los vende usté?. "A cincuenta duros".¿Y habla mucho?". Le digo:¿qué si hablan?...Figúrese que, a su lao, don Emilio Castelar e un aprendí de oradó"."Pues, siendo así-dice-,me llevaría este". Y ya se lo llevaba cuando se me ocurrió preguntarle: "Pero, oiga señora: ¿usté sabe alemán?". "No señó. ¿Está usté loco?...¡Cómo quie que yo sepa alemán?".  "Pues entonces tendrá usté que yevase este otro". Y ella, muy sorprendida:"¿Y por qué?".  "Porque no se puen separá: erque usté ha elegío no sabe español, y el otro le sirve de intérprete". De manera que se llevó los dos, y dende aquer día empecé a vendé los loros a pares.

Cuéntanos otro Domínguez, este ya lo sabemos, Angela Merkel nos lo cuenta todos los días. "¡Vale! el próximo será: La herencia recibida (Esperanza Aguirre)" 

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