martes, 7 de febrero de 2012

¿ERA RAMÓN Y CAJAL TOBILLERO?


A los 82 años muere en Madrid, el sabio por antonomasia don Santiago Ramón y Cajal.
Su premio Nobel de Medicina lo había hecho para el vulgo la personificación del Sabio.
Los vendedores ambulantes de específicos se amparaban en su autoridad y al pronunciar su nombre, se quitaban el sombrero.
Yo conocí a Don Santiago, en la imprenta de Juan Pueyo donde se hacían sus obras y tuve el honor de conversar con él. Hablé de sus libros en La Libertad  y cruzamos algunas cartas...
Luego volví a verlo en la Glorieta de Atocha, sentado en una terraza, solo y con aire fatigado.
Entonces me limité a cambiar con él un saludo, que me prestigiaba a los ojos de lo camareros.
Don Santiago era un hombre serio, consciente de sí mismo.
Poco antes de morir, unos periodistas quisieron conocer su opinión sobre la situación política. Don Santiago les contestó:-A mi edad, señores, ya no se tiene opinión mas que para la familia-.
Don Santiago tenía cierta fama de tobillero, de perseguidor de menores y se murmuraba que por ello había tenido sus tropiezos con la policía.
Don Santiago asistió a su decrepitud  y muerte como observador curioso e impasible. Dos años antes de morir publicó su libro El mundo visto a los ochenta años, en que anotaba los síntomas progresivos de su decadencia.

La novela de un literato
Rafael Cansinos-Asséns

PD Un tobillero hoy en día sería Pepe el defensa del R. Madrid, pero en 1934, cuando murió Santiago Ramón y Cajal, parece ser que era otra cosa. Rafael Cansinos-Asséns fue periodista y escritor. Dominaba más de diez lenguas y tradujo a escritores como Dostoievski, Balzac, Goethe, Schiller. También tradujo el Corán y Las mil y una noches. En La novela de un literato reconstruye la época que va desde principios del siglo XX hasta la Guerra Civil Española.

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