martes, 6 de diciembre de 2011

¡LOS TOROS!



Todo blog que se precie tiene que ir con los tiempos y ahora toca lo español,¡más España! o será ¡más Asturias! (Alvárez Cascos).Vuelve lo nuestro: Las procesiones, las mantillas, Urdangarin, la Copa Davis, el R.Madrid, el PP, y como no, los Toros.  Lo que más me gusta de los toros son las crónicas taurinas, bueno para ser sincero, me gustaban las de Joaquín Vidal en El País.




PLAZA DE TOROS DE VISTA ALEGRE
1952
Corrida en Vista Alegre, la plaza de toros de Carabanchel, junto a Pepe y Luis Miguel Dominguín, el veteranísimo Domingo Ortega que estaba retirado y volvió con cuarenta y cinco años a torear.
La corrida fue divertida por dos hechos excepcionales en el cuarto toro, segundo de Ortega. Resulta que en el tercio de varas del primer morlaco, el respetable se enfureció con el picador por la fiereza que mostró contra el pobre novillete, que no lo merecía. Cuando el mismo portador salió en el ruedo en el cuarto, el público lo recibió con una pitada de escándalo. Pero de pronto la plaza se quedó muda. Había extrañas negociaciones en el ruedo. Mientras los subalternos mantenían al enemigo lejos de la caballería, vimos con asombro lo nunca visto; que el denostado varilarguero se bajaba del jamelgo se quitaba la mona y se la daba a Luis Miguel Dominguín. Éste se la calza, se acomodaba en la silla, pide la garrocha y manda poner el toro en suerte, colocando dos varas cariñosas en todo lo alto, sin arrancar sangre. Fue portada del ABC al día siguiente. Bien ahormado con esos picotazos le dejó Dominguín la bestia a  Ortega. Hay  banderillas trasteo sin mucho lucimiento de muleta del toledano. Aquí Ortega notando que no tenía al público en  el bolsillo, decidió entrar a matar. Colocó a su enemigo en la suerte contraria. Allí nos ofreció el segundo asombro de la tarde. Cuadrado el toro, tira la muleta, se saca del bolsillo del chaleco un tenue pañuelito blanco con encajes, cita con él, y entra a matar recibiendo. Se armó Troya.

Lo que en nosotros vive
Manuel Fernández Montesino



MANOLETE Y EL CIRUJANO

El padre de Ramón Tamames y un tío carnal eran unos famosos cirujanos especialistas en suturar femorales. Durante las famélicas cenas, en las noches estrelladas de verano en plena autarquía, los españoles oían el nombre del médico Tamames junto a un parte de enfermería, después de una minuciosa descripción de las dos trayectorias de la cornada de veinte centímetros en el vientre de cualquier torero, con salida o no del paquete intestinal. Cuando el 28 de Agosto de 1947 el toro Islero hirió de muerte a Manolete en Linares el doctor Tamames fue llamado urgentemente a Madrid, pero este cirujano llegó a la enfermería de la plaza cuando el héroe nacional ya estaba expirando. "Doctor, no veo", murmuró el torero dentro de una agonía más patética que la del Cristo de los Faroles. Esta frase se hizo muy famosa y elevó el apellido Tamames a los anales de la simbología de España.

Aguirre el Magnifico
Manuel Vicent


2 comentarios:

  1. ¡Qué buennaaaaaaaa, la imagen de entrada! ja,ja,ja. A mi, los toros no me dicen nada. Claro que si ententaran "hablarme", no entendería su idioma. Como tampoco logro entender: Las procesiones...las mantillas..., Urdangarin..., R. Madrid...,aunque creo que el "idioma" del P.P. ye bastante más simple. Pero ahora que recuerdo. Cuando era pequeña y veía con mi madre alguna corrida, lo que más nos prestaba, era cuando salía el toro y el torero esperaba de rodillas. ¡Jo que emoción! Tiene un nombre ¿cual?

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  2. Cuando el torero recibe de rodillas al toro, se llama a Portagayola. Yo de rodilles lo único que recibí fueron hostias...consagradas ,e, consagradas. Esto en asturias es conocido como recibir la Hostia a portaelgallu.

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