lunes, 12 de diciembre de 2011

EL ÁRBOL DE LAS TRES GENERACIONES



Mete más ruido un árbol que cae, que un bosque que crece. (Benjamín Prado)

En Getsemani (almazara en hebreo) quedan ocho olivos. Hay 752 variedades, con uno de ellos se construyó la cruz del Golgota. Es el árbol de las tres generaciones, el abuelo lo planta, el hijo lo poda y el nieto recoge su fruto. Hay que esperar doce años para recoger sus primeros frutos y cincuenta o cien años, para que alcance su máximo rendimiento.
Sus hojas simbolizan la paz, su aceite dorado la alegría. A los austriacos, tras su derrota ante Felipe V, se les ocurrió, además de destruir edificios políticos y militares que encontraban a su paso, arrancar y quemar los olivos. Sólo en Guadalajara arrancaron setecientos mil.

Se necesitan  de cinco a seis quilos de aceitunas para un litro de aceite. Cuando no queda otro modo de resistir a la tempestad se vierte barriles de aceite en torno a la nave. Plinio, en el libro XXIX, dice que los antiguos, cuando se sentían nerviosos, se bañaban en aceite.

El jacarandá es el árbol de las hojas violetas y las castañuelas.

El aliso es el árbol de las aguas negras y sombrías, más que negras, muertas, su corteza combinada con  preparados Ferruginosos proporciona un tinte negro que utilizan las sombrereras. No hay mejor árbol para la fabricación de carbón de madera. Su corteza da un medicamento astringente.

En el extremo opuesto está el sauce, bordea los rios limpios. Es el árbol de las aguas vivas y cantarinas. Su estación la primavera su pez la trucha. El sauce ha dado a la humanidad su medicamento más beneficioso y más popular, pero cuyo secreto la ciencia no ha podido desvelar: el ácido acetilsalicílico, conocido como aspirina.

El día sin embargo, cuando finalmente abre el ojo, ve lo que tiene delante: una ciudad grande, partida en dos por un río, y este último flaqueado por una fila de vetustos y podridos troncos de árboles y por las espesas copas de los sauces. Estos, con el píe en el río y cubriendo con sus copas, dan a las aguas un tono verde oscuro y favorecen así que los peces las ranas, las serpiente y diversas plantas acuáticas encuentren allí su escondrijo.
La familia Máshber
Der Níster

Libros y autores utilizados: La felicidad de la tierra (Manuel Leguineche). El Espejo de la ideas (Michel Tournier). Nueva enciclopedia (Alberto Savinio)

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