lunes, 31 de octubre de 2011

EL MUNDO CABE EN UN OLVIDO





Me cruzas, muerte, con tu enorme manto
de enredaderas amarillas. Me miras fijamente.
Desde antiguo 
me conoces y yo a ti. Lenta, muy lenta, muerte, en la belleza
tan lenta del otoño. Si ésta fuese la hora
dame la mano, muerte, para entrar contigo 
en el dorado reino de las sombras.

José Ángel Valente

"Estamos destinados al olvido. A olvidar y a que nos olviden. Y así está bien"


En el cementerio de Cangas de Onís hay una lapida abandonada que siempre me llamó mucho la atención y en la que figura la siguiente inscripción: "Aquí yace el Ilmo. Señor Coronel don Juan Vázquez de Mella y Varela de Qindemil que falleció el 29 de Septiembre de 1874. Tan ilustre señor, que nació en 1813, fue el padre de Juan Vázquez de Mella y Fanjul, escritor, político tradicionalista y filosofo; en definitiva, alguien triturado por la piedra de molino de la historia. Mientras espero a pasar por la piedra, me dedico a comer huesos de Santo:"Lo que se come se cría".


EL ENTERRADOR


...Y siento mucho repetirme a mi mismo, pero este es el hecho central de mi trabajo; no hay nada que se le pueda hacer a usted o para usted o con usted o sobre usted que le haga algún bien o algún mal; que el daño que hagamos o la decencia que tengamos, afecta a los vivos, a quienes les sucede la muerte de los otros, si es que le sucede a alguien. Los vivos tienen que vivir con ella; el muerto no. De ellos es la tristeza o la alegría por la muerte. De ellos es la ganancía o la perdida. De ellos el placer y el dolor del recuerdo. De ellos la factura por concepto de servicios prestados y de ellos el cheque en el correo para pagarla... Una vez muerto, suba los pies, de por terminado el asunto y deje que el marido o la señora o los niños o una hermana decida si lo entierran o lo queman o lo disparan por un cañón o lo dejan secar en cualquier zanja. No será su día para verlo porque a los muertos no les importa.
Cualquier existencia que tengan los muertos, la tienen sólo por la fe de los vivos.
Estar muerto es una -la peor, la última- pero sólo una, de una serie de calamidades que afectan a nuestra especie y a varias otras. Nunca hay escasez de desdicha.

El enterrador
Thomas Lynch
Alfaguara

P.D. El titulo de la entrada son unos versos de Jorge Guillén.


2 comentarios:

  1. Preciosa poesia. Dice "todo" en "poco". Interesante tu descubrimiento. Como siempre....¡muy observador!

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  2. No hay nada como tener una "tía buena" en la familia, o será una "Buena tía"
    Eso de que, lo que se come se cría
    en el mi casu no funciona. Así que voy a dejar los huesos de Santu y empezar la dieta Dukan Dun.

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