miércoles, 26 de octubre de 2011

DOS MANERAS DE PERDER LA CABEZA

EN LA GUILLOTINA

La Pommerais era un médico que después de hacerle un seguro de vida a su mujer y a sus suegra las envenenó con digitalina por lo que fue condenado a muerte.
Según la leyenda cuando estaba en capilla, se le presentó el doctor Velpeau y le dijo: "Caro colega", y tan caro, como usted muy bien sabe, cuando un hombre pierde la cabeza en la guillotina y ésta se separa del tronco, tiene un momento de vida, en que ve y entiende. Usted, como médico, creo que tendría el gusto, yo diría que  el disgusto, de servir de experimento para aclarar este punto científico. Así pues, le propongo que cuando le guillotinen, yo cogeré su cabeza y le llamaré por su nombre, y, si usted oye, cierra el parpado derecho.
Según la leyenda, La Pommerais aceptó la proposición, y cuando cayó la cabeza en el cesto. Velpeau le gritó su nombre y la testa del guillotinado guiñó el ojo derecho. El de la Pomarada, en vez del último suspiro, dio el último guiño.

EN LOS TOROS



María Regordosa era una mujer guapa y además una de las mayores fortuna de Barcelona. Doña María estaba prometida con el hijo Marqués de Aleya, al que le había regalado un alfiler de corbata con un gran brillante. Estando los dos en los toros para ver a Ricardo Torres,"Bombita", el matador les brindó un toro y doña María, cogiendo por el brillante el alfiler de la corbata del novio, lo clavo por dentro en la montera y se lo tiró al diestro. "¿Qué significa esto?", le preguntó el hijo del marques a su prometida. "Significa", dijo ella, que lo nuestro ha terminado, porque quiero a ese hombre y me voy a casar con él.". Y así lo hizo. María acabó muriendo muy joven.

O LA DEL PUMA

VOY A PERDER LA CABEZA POR TU AMOR  

2 comentarios:

  1. ¡Muy bien por Mª Regordosa!. (Anda que el nombre....). ¡Tomando decisiones fuertes!. Chula la del Puma: "Soy de carne y huesooooo".

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  2. Lo de la Pommerais es de Pío Baroja.

    Y lo del "Bombita" lo leí en "Lo que en nosotros vive" las memorias del sobrino de Federico García Lorca, Manuel Fernández Montesinos.

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