lunes, 20 de diciembre de 2010

EL LUGAR DE LA CASA




EL LUGAR DE LA CASA

Una casa que fuese un arenal
desierto; que ni casa fuese;
solo un lugar
donde la lumbre fue encendida, y en torno
se sentó la alegría; y calentó
sus manos; y partió porque tenía 
un destino; algo sencillo
y poco, pero destino:
crecer como árbol, resistir
al viento, al rigor de la invernada,
y una mañana sentir los pasos
de abril
o, ¿quién sabe?, la floración
de las ramas, que parecían
secas, y de nuevo estremecen
con el repentino canto de la alondra.

Eugénio de Andrade



Ornella Vanoni.  Sentado a la vera del camino

La poesía es la ficción de la verdad

1 comentario:

  1. esa puerte ye conocida jejejej el pomea me gusta muchos un besin cuñadin

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