viernes, 16 de julio de 2010

LA EXPERIENCIA

Anduve de tabla en tabla
con paso lento y prudente.
Sentía en derredor las estrellas,
en torno a mis pies el mar.
Sabía que quizá la siguiente
fuera la pisada final.
Y anduve con ese precario paso
que algunos llaman experiencia.

Emily Dickinson


Hay revelaciones que no están pensadas para nosotros. Chuang- tzu (que en el siglo IV a.C. soñó ser una mariposa y, al despertar, no supo ya si era Chuang-tzu que soñaba ser una mariposa o una mariposa que soñaba ser Chuang-tzu) escribió este cuento: 
" El hijo de una familia pobre se gana la vida pescando perlas. Un día se lanza al mar y vuelve a la superficie con una perla que vale mil piezas de oro. En lugar de felicitarlo, su padre le ordena que destruya la perla con una piedra. Su razonamiento es que si una perla vale mil piezas de oro ha de ser  tan rara que sólo se encuentre en una sima de nueve brazos de profundidad y bajo la barba de un dragón negro. De ahí deduce que el joven sólo pudo llevarse la perla porque el dragón se había dormido. "¡Piensa- hijo mío, concluye- en lo que te sucederá cuando el dragón despierte!"

2 comentarios:

  1. No se lo que nos sucederá despues de esta experiencia, y si el dragón se despertará...pero sinceramente "ta la coxa fataaaaaaaa".

    Besitos y "la" Emyli me encanta, graxias.

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  2. Ciertamente, Miner. No está hecho el cuento a la medida de la picaresca que nos caracteriza.
    Aquí bajaríen a buscar la perla con varios inyectables de cloroformo.
    Un abrazu (otru pa Mary)

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