jueves, 29 de abril de 2010

EL ARTE DEL ASESINATO POLITICO


El 26 de abril de 1998, el obispo y coordinador de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala Juan Gerardi, fue asesinado a golpes en el garaje de la casa parroquial donde vivía. Sólo habían pasado dos días desde la presentación pública, en la Catedral de la ciudad de Guatemala por el propio Gerardi de un informe que documentaba minuciosamente las sistemáticas violaciones cometidas por el ejército de Guatemala contra los derechos humanos, en sus largos años de lucha contra la insurgencia. En el informe conocido como Nunca Más, se identificaban más de cincuenta mil víctimas.

Los guatemaltecos del ejército se habían hecho ricos por medio de actividades ilícitas como el narcotráfico, el secuestro, el robo de vehículos, el contrabando, la extorsiones, entre otros. El obispo Gerardi había sido asesinado porque había amenazado el dominio de los militares sobre el aparato de Inteligencia del Estado. Y no como quiso hacer creer este mismo aparato, que el crimen del Arzobispo se debía a un crimen pasional entre homosexuales. Gracias a la labor de un grupo de investigadores de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHA) que decidieron investigar por su cuenta y, también a un grupo de fiscales y jueces, ajenos a la endémica corrupción del país, se lograron unas sentencias históricas en Guatemala.
Ya Gerardi en 1973 escribió sobre la explotación, marginación, analfabetismo, enfermedades endémicas, pobreza e incluso miseria del pueblo indigena. Y por este compromiso en 1980 cuando era obispo de la diócesis de El Quiché, la zona indígena más poblada del país, escapó a un intento de asesinato.

Los problemas de Guatemala comenzaron en el año 1954 cuando la CIA planificó un golpe de estado contra Jacobo Arbenz Guzmán, el segundo presidente electo democráticamente de Guatemala, cuando para paliar la desigualdad del sistema que él mismo calificó de “feudal”, propuso una reforma agraria consistente en expropiar las tierras ociosas que se encontraban en manos privadas y redistribuirla ente los campesinos sin bienes. Parte de esas tierras pertenecían a la United Fruit Company. El gobierno de Arbenz había reembolsado el valor a la United , pero a los desinflado precios que la compañía había declarado en el momento de su tasación para el pago de los impuestos. Medio siglo después de que Estados Unidos hubiera intervenido en Guatemala y creado un ejército moderno, y después de haber financiado fuerzas militares en El Salvador y Honduras, todas ellas eran sociedades con unas de las tasas de asesinatos más altas del mundo y en la que los poderosos e influyentes actuaban con total impunidad.

La investigación que lleva acabo Francisco Goldman en este libro se lee como una autentica novela policíaca. En febrero del 2004 el muy “liberal” y conocido escritor Mario Vargas Llosa escribió un artículo en el periódico El País-apoyándose en el libro escrito por De la Grange y Rico ¿Quién mató al obispo?-y que entre otras cosas decía “para encubrir a los verdaderos culpables, sacrificar a inocentes, y entronizar una monumental distorsión de la verdad, operación de la que un puñado de bribonzuelos, oportunistas y policastros sacaron excelente provecho personal”. Pues bien, al final lo que demostró la justica, fue que todo lo anterior y mucho más, fue cierto, sólo que todos esos bribonzuelos y policastros no eran lo que Mario Vargas Llosa y de la Grange y Rico acusaban en su artículo y libro respectivamente, sino que fueron los servicios de inteligencia de Guatemala los encargados de perpetrar un “crimen de Estado”.

Articulo publicado por Mario Vargas Llosa en El País el 22-2-2004 ¿Quién mató al obispo?

P.D. Parece ser que Vargas Llosa reconoció el error de este articulo, que estaba basado en el libro de dos periodistas de "investigación" y que trataban de exculpar a los militares condenados. Algo muy parecido a lo que ocurrió en España el 11 M, con los ácidos bóricos, y los autores intelectuales que no estaban en montañas lejanas ni en desiertos remotos.

viernes, 23 de abril de 2010

LA FLAUTA

Al tocador de flauta le depara proverbialmente el destino una suerte desdichada, y, a este respecto, se cuenta la siguiente anécdota. Tres músicos, uno flautista, tocador de trombón el otro y de bombo el tercero, decidieron irse por esos mundos con idea de ganarse el pan dando pequeños conciertos. Llegaron a la corte del zar de Bulgaria, y éste, estando aquel día de buen humor, dio orden , después del concierto, de que a los tres músicos les llenaran los instrumentos de monedas de oro. Muchas recibió el trombón, muchísimas el bombo, pero ni siquiera se pudo introducir una por la boca de la flauta. Trombón y Bombo, por compasión, dieron algunas monedas a su compañero, y de Bulgaria se encaminaron hacia Constantinopla, donde el sultán, que aquel día estaba de mal humor, antes incluso de oír el concierto dio orden de que a cada uno de los tres músicos le metieran el instrumento por el trasero. No fue posible contentar al Señor de los creyentes en el caso del trombón y el bombo, pero sí en el del pobre flautista, al que dieron por el c... con su flauta, cuan larga era, y con todas las llaves.

La flauta además de ser el más antiguo de los instrumentos de música, es el más natural, el instrumento por excelencia, porque , a través de nuestro hálito se puede decir que en la flauta lo que canta es nuestra alma.
Para obtener el sonido de la flauta es preciso soplar dentro del pequeño orifico superior practicado en el cilindro del instrumento y pronunciar el monosílabo te, de modo que las notas de una melodía para flauta son una serie de sonidos iguales te te te. Las mujeres amadas por los flautistas podrían decirnos qué sabor tienen los besos dados al son del te te te; pero no nos lo dirán nunca. Las mujeres son enemigas de la confesión, excepto cuando es con una confesora. Freud, al final de su larga experiencia de investigador del alma escribe: "No he conseguido jamás sacarle una confesión a ninguna de mis clientas".

La flauta era la vida secreta de Federico, su vida poética, el canto de su alma solitaria. Una noche el Kronprinz, de dieciséis años, fue hallado por su padre sentado sobre el alféizar de la ventana, con las piernas colgando en el vacío, todo desgreñado y absorto, tocando la flauta al claro de luna. A modo de castigo, el rey sargento le puso al cuello una argolla de cortina y, de no haber intervenido a tiempo algunos funcionarios de palacio, Federico no habría llegado a merecer el titulo de "grande" con el que le distingue la historia, porque habría muerto estrangulado muchos años antes.
Federico aprendió a tocar la flauta por sí solo, y, al principio, la tocaba mal. Luego se fue perfeccionando, bajo la égida de Quantz. el célebre flautista que le había enviado el rey de Polonia.
Éste estaba loco por la música y le gustaba rodearse de músicos, pero también de las más bellas mujeres de su reino, y, habiendo , como consecuencia de tan asiduo entorno, llegado a tener trecientos cincuenta y cuatro hijos varones, tuvo la satisfacción y el orgullo de formar toda una compañía de soldados compuesta de carne de su carne y sangre de su sangre; y era una gloria ver a aquellos espléndidos soldadotes, todos ellos parecidísimos entre sí , presentar armas a su papá con bella precisión.



El Dios Pan era también aficionado a la flauta, y la tocaba entre el mediodía y la una de la tarde. Pan, no tocaba la flauta exactamente, sino la ¡Siringa!

La flauta mágica


Nueva enciclopedia
Alberto Savinio
Acantilado

MARGARET BOURKE-WHITE





Margaret Bourke-White fué una fotógrafa y reportera única, destacó en todas las facetas y estilos fotográficos que retrató.
Era idealista, valiente e innovadora, tan innovadora como para encaramarse en las gárgolas del edificio Chrysler buscando el ángulo perfecto. Fotografió la Rusia de Stalin. Fue corresponsal de guerra, entró con las tropas americanas en los campos de concentración nazi, fotografiando a los prisioneros liberados. También estuvo en las minas de Sudáfrica, donde destacaron sus fotos sobre el racismo. También retrató la miseria de la recesión americana. Entrevistó a los líderes mundiales. En su juventud hizo el famoso retrato de Ghandi junto a la rueda india(1946).Candice Bergen interpreto a Margaret en la película Ghandi de Richard Attenborough.
En 1959 se sometió a una operación de cirugía revolucionaria para aquel tiempo, pues padecía Párkinson, ante el éxito de la primera operación decidió someterse a una segunda que la dejaría sin habla y con serias complicaciones. Murió en 1971


...El arquitecto Van Allen decoró el exterior del edificio Chrysler con motivos automovilísticos de estilo Art. decó y preparó el golpe que le pedía Chrysler, osea que el edificio quedara por encima del banco de Manhattan. Ideó un remate de acero inoxidable en forma de lanza, inspirado en la parrilla del radiador de un coche, y empezó a construirlo, en secreto, dentro del propio edificio. Llegado el momento, en noviembre de 1929, la cúpula fue alzada desde el interior e instalada a la vista de los neoyorquinos, en menos de dos horas. Un golpe maestro. El banco de Manhattan quedó burlado y empequeñecido. El golpe de efecto duró poco, solo dos años, lo que tardó otro magnate del automovilismo. Jophn Raskob, fundador de General Motors, en terminar su rascacielos. Raskob se asoció en 1920 con una familia multimillonaria, lo Dupont, y con Ellis Pearl, de la sociedad inmobiliaria Empire State, para comprar por 20 millones de dolares el viejo Wladorf- Astoria, derribarlo y ponerse a excavar los cimientos, que estuvieron listos en 13 meses y medio. El edificio tardó casi una década en alzarse. Paradójicamente, la crisis de 1929 y la consiguiente deflación, hicieron que el rascacios, al margen del solar y los cimientos, que antes de la depresión costaron 41 millones de dolares, costara sólo 24.000 dolares.

Fue un negocio ruinoso 102 pisos, 6.500 ventanas. Fue inaugurado por el presidente Herbert Hoover el 1º de Mayo de 1931 apretó un botón en la Casa Blanca y encendió todas las luces del rascacielos; el 28 de agosto de 1945 un bombardero B-25 recién terminada la guerra chocó con el piso 79, murieron 11 oficinistas y los tres tripulantes, todos carbonizados. El edificio resistió perfectamente.
Historias de Nueva York
Enric González

miércoles, 21 de abril de 2010

martes, 20 de abril de 2010

GUILLAUME APOLLINAIRE


Apollinaire nació en Roma el 26 de Agosto de 1880. Se educó con los padres maristas de Mónaco. Viajó por toda Europa. Fue empleado de agente de cambio en París. Trabajó para un editor de publicaciones libertinas. Fue acusado del robo de La Gioconda, pasó diez día en la cárcel, bebió el agua de nenúfar que le pasaban los carceleros para la aliviar el ardor de los sentidos y escribió en su celda uno de los poemas más conmovedores A la prisión de la Santé.

Antes de entrar en mi celda
preciso es que me desnude
y qué voz siniestra ulula
Guillaume en qué te has convertido.

Lázaro entrando en la tumba
en vez de salir como debiera
adiós adiós ronda cantante
oh mis años oh muchachos.

Escucho los ruidos de la ciudad
y prisionero sin horizonte
nada veo sino un cielo hostil
y los muros desnudos de mi prisión.

Huye el día ya arde
una lampara en la prisión
sólo estamos en mi celda
bella claridad querida razón.

Extranjero, tenía que ir todos los meses a la jefatura de policía a legalizar su carnet de identidad. Fue voluntario a la guerra, recibió una herida en la cabeza y estuvo entre la vida y la muerte en el hospital italiano de Auteuil, mereciéndose la legión de honor. Se llamaba a si mismo le Malaimé, pero acabó encontrando una mujer que le quiso y se casó con él, muriendo en el umbral mismo de la felicidad como Tamerlán ante el mar. Su madre, mientras pudo, ejerció la vida galante, reduciéndose finalmente a hacer de señuelo en los garitos.

El ADIÓS

Recogí esta brizna en la nieve
recuerda aquel otoño
En breve
No nos veremos más
Yo muero
olor del tiempo brizna leve
recuerda siempre que te espero.

Apollinaire murió en 1918, en París, en su pequeño apartamento, situado bajo el tejado del edificio número 208 del Boulevard Saint-Germain, como esos pajaritos que se quedan a vivir en el cuerpo del rinoceronte y cantan, se espulgan, viven su vida, mientras el paquidermo vive, por su parte, la suya. Murió de gripe española y como consecuencia de la gravísima herida de guerra que había hecho necesaria la trepanación del cráneo. Murió el mismo día del armisticio, mientras los parisinos se abandonaban al júbilo más desenfrenado. Ir contra la corriente había sido el drama de su vida. Francés por elección, Apollinaire quería de Francia lo que tiene de latina. El aspecto franco de Francia le interesaba solamente como curiosidad.

Apollinaire muere el mismo día que Rostand . Dos funerales "poéticos" recorren las calles engalanadas de banderas. Su madre La "polaca" sigue el féretro de su hijo vestida de reina de carnaval y responde a cuantos tratan de consolarla. "¿Mi hijo poeta?" Un haragán, eso es lo que era. Rostand, ¡ ése sí que era un poeta de verdad!". Ella murió el mismo año.

Las horas pasan lentamente
como el desfile de un entierro
llorarás la hora en que lloras
que huirá también rápidamente
como pasan todas las horas.

Apollinaire que escribía en prosa igual que en verso. Pero sabía que la poesía es la crema de la prosa, lo que queda de la prosa después de una larga y cuidadosa decantación, sabía que las palabras se miden con metro y los versos se atan con rimas por razones de ingestión. Sabía que el verso capta ideas e imágenes, éstas, por cierto, en mayor número que aquéllas, haciéndolas más fáciles de recordar.

P.D. Alberto Savinio; Nueva enciclopedia.

miércoles, 14 de abril de 2010

CATORCE DE ABRIL

¡Ah, que grande es el mundo a la claridad de las lamparas!
A los ojos del recuerdo ¡que pequeño es el mundo!

Charles Baudelaire




















Y en eso, un chasquido y nos devora la órbita mecánica, nos traga de repente, pasamos, como los muertos a un cuadro de papel donde sin ser nosotros seguimos siendo nosotros, donde nos convertimos en una cara sin tiempo o en una sonrisa que no le pertenece a nadie.

Antonio Lobo Antunes
Segundo Libro de crónicas


Familias sin importancia: es mucho lo que se pierde, historias enteras, no hay cabida para todos. Son sólo generaciones que avanzan como la marea, años llenos de sonido y espuma, arrastrado todo ello por lo que viene detrás. Ese es el legado de la ciudad.
Quemar los días
James Salter
Juan Pando















Juan Pando
















La suprema fortuna es saber valientemente merecer la vida, y la suprema desgracia es cobardemente no saber perderla.
Miguel Torga
Diarios















Foto: Agustí Centelles

martes, 13 de abril de 2010

ELOGIO DE LA ESTUPIDEZ


"La estupidez nunca se pasa de la raya; allá donde pone el pie, ése es su territorio" Stanislaw Lec)

El gran poeta Su Shi uno de los "ocho maestros de la prosa china" que vivió en el siglo XI. Fue varias veces encarcelado y desterrado por sus críticas al gobierno:

"Toda familia, cuando nace un niño, lo quiere inteligente. Yo, con toda mi inteligencia, he sufrido y he arruinado toda mi vida. Sólo espero que mi hijo sea estúpido e ignorante: llegará a ministro, coronando así una vida plácida".

¡Ay Sushi! ahora lo quieren futbolista, o yerno de Aznar.


Nos cuenta Chateubriand en sus Memorias de ultratumba que Napoleón cuando subió al poder, hizo falsificar el año su partida de nacimiento, pasándolo de 1768 a 1769, y no para hacerse pasar por más joven de lo que era, como podría pensar un lector superficial, sino para hacer creer que era francés de nacimiento (en 1768 Córcega todavía formaba parte de la República de Génova).

En estas memorias nos cuenta Chateaubriand que, cuando el féretro que contenía el cadáver de Napoleón volvió a Francia a bordo de la Belle-Poule y fue llevado con gran pompa a la plaza de los Inválidos, abarrotada de gente, y puesto sobre el catafalco que había sido preparado en medio de la plaza y descubierto, a fin de que todos pudieran comprobar que no había desaparecido el cadáver, éste no sólo apareció, sino que comenzó a moverse, ante lo cual la inmensa plaza quedó desierta en un instante. Añade Chateaubriand que la causa de aquellos movimientos eran los gases necróticos encerrados en la caja y liberados al levantarse la tapa.