domingo, 31 de enero de 2010

CARTA AL MUNDO




















CARTA AL MUNDO

Esta es mi carta al mundo
que nunca me escribió.
Las escuetas noticias
que la naturaleza,
majestuosamente tierna, me dio.

En manos que no veo
su mensaje dejó.
Por amor de ella, dulces compatriotas
juzgadme con amor.

Emily Dickinson



















CARTA

El palomar de las cartas
abre su imposible vuelo
desde las trémulas mesas
donde se apoya el recuerdo,
la gravedad de la ausencia,
el corazón, el silencio.

Oigo un latido de cartas
navegando hacia su centro.

Donde voy, con las mujeres
y con los hombre me encuentro,
malheridos por la ausencia,
desgastados por el tiempo.

Cartas, relaciones, cartas:
tarjetas postales, sueños,
fragmentos de la ternura
proyectados en el cielo,
lanzados de sangre a sangre
y de deseo a deseo.

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré.

En un rincón enmudecen
cartas viejas, sobres viejos,
con el color de la edad
sobre la escritura puesto.
Allí perecen las cartas
llenas de estremecimientos.
Allí agoniza la tinta
y desfallecen los pliegos,
y el papel se agujerea
como un breve cementerio
de las pasiones de antes,
de los amores de luego.

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré.

Cuando te voy a escribir
se emocionan los tinteros:
los negros tinteros fríos
se ponen rojos y trémulos,
y un claro calor humano
sube desde el fondo negro.
Cuando te voy a escribir,
te van a escribir mis huesos:
te escribo con la imborrable
tinta de mi sufrimiento.

Allá va mi carta cálida,
paloma forjada al fuego,
con las dos alas plegadas
y la dirección en medio.
Ave que solo persigue,
para nido aire y cielo,
carne, manos, ojos tuyos
y el espacio de tu aliento.
Y te quedarás desnuda
dentro de tus sentimientos,
sin ropa, para sentirla
del todo contra tu pecho.

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré.

Ayer se quedó una carta
abandonada y sin dueño,
volando sobre los ojos
de alguien que perdió su cuerpo.
Cartas que se quedan vivas
hablando para los muertos:
papel anhelando, humano,
sin ojos que puedan verlo.

Mientras los colmillos crecen,
cada vez más cerca siento
la leve voz de tu carta
igual que un clamor inmenso.
La recibiré dormido,
si no es posible despierto.
Y mis heridas serán,
los derramados tinteros,
las bocas estremecidas
de rememorar tus besos,
y con su inaudita voz
han de repetir: te quiero.

Miguel Hernández



This is my letter to the world,
That never wrote to me,--
The simple news that Nature told,
With tender majesty.
Her message is committed
To hands I cannot see;
For love of her, sweet countrymen,
Judge tenderly of me!

Emily Dickinson

"En el penal de Ocaña recibió también la visita de Ernesto Giménez Caballero, ofreciéndole la libertad y un trabajo bien remunerado. El corneta, al que me he referido anteriormente, se encontraba en el despacho del Jefe de Servicios de la cárcel cuando tuvo lugar la entrevista. Por él conocimos lo sucedido: en un momento de la conversación, Miguel Hernández cogió del brazo a Giménez Caballero, le llevó hasta la ventana que daba al patio de la prisión- coincidiendo con la hora del paseo de los presos- y le dijo: "Mira, Ernesto, estos son mis camaradas, con ellos he luchado, con ellos sufro la derrota, y con ellos me quedo, porque sin ellos no soy nada"

La Revolución y el Deseo. (Miguel Núñez)



jueves, 28 de enero de 2010

EL CAPOTE (NIKOLÁI V. GÓGOL)


El capote fue publicado en 1842 y de él dijo Dostoievki "todos crecimos bajo el capote de Gogol". En este maravilloso cuento se nos habla del deseo cumplido, en este caso, en forma de capote. Pero también de la condición humana, que sigue siendo la misma ahora que entonces, y eso que ya llegamos a la luna y en España reina el Bombón I. Aunque este, el Bombón,está meditando muy seriamente en colgar la Corona antes de que entre en vigor la jubilación a los 67 años.

...Pues bien: en cierto departamento ministerial trabajaba un funcionario, de quien apenas si se puede decir que tenía algo de particular. Era bajo de estatura, algo picado de viruelas, un tanto pelirrojo y también algo corto de vista, con una pequeña calvicie en la frente, las mejillas llenas de arrugas y el rostro pálido, como el de las personas que padecen de almorranas... ¡Qué se le va a hacer! La culpa la tenía el clima petersburgués.
...Nadie podía afirmar haberle visto siquiera una sola vez en alguna reunión. Después de haber copiado a gusto, se iba a dormir, sonriendo y pensando de antemano en el día siguiente. ¿Qué le iba a traer Dios para copiar mañana?

...Conviene saber que el capote de Akakiy Akakievich también era blanco de las burlas de los funcionarios. Hasta le habían quitado el nombre noble de capote y le llamaban bata. En efecto, este capote había ido tomando una forma muy curiosa; el cuello disminuía cada año más y más, porque servía para remendar el resto. Los remiendos no denotaban la mano hábil de un sastre, ni mucho menos, y ofrecían un aspecto tosco y antiestético. Viendo en qué estado se encontraba su capote, Akakiy Akakievich decidió llevarlo a Petrovich, un sastre que vivía en un cuarto piso interior, y que, a pesar de ser bizco y picado de viruelas, revelaba bastante habilidad en remendar pantalones y levitas de funcionarios y de otros caballeros, claro está, cuando se encontraba tranquilo y sereno y no tramaba en su cabeza alguna otra empresa.

Nuestro Akakiy Akakievich acudio con su nuevo capote a una fiesta a la que fue invitado por un funcionario de su departamento.

...Sea como fuera, lo seguro es que el funcionario vivía en la parte más elegante de la ciudad, o sea lejos de la casa de Akakiy Akakievich. Al principio tuvo que caminar por calles solitarias escasamente alumbradas pero a medida que iba acercándose a la casa del funcionario, las calles se veían más animadas y mejor alumbradas. Los transeúntes se hicieron más numerosos y también las señoras estaban ataviadas elegantemente. Los hombres llevaban cuellos de castor y ya no se veían tantos trineos de madera con rejas guarnecidas de clavos dorados; en cambio, pasaban con frecuencia elegantes trineos barnizados, provistos de pieles de oso y conducidos por cocheros tocados con gorras de terciopelo color carmesí, o se veían deslizarse, chirriando sobre la nieve, carrozas con los pescantes sumamente adornados.


A la vuelta de la fiesta nuestro protagonista es asaltado por dos ladrones que le roban el capote, entonces decide acudir directamente al comisario del distrito, pero este le daba largas, hasta que al fin lo recibe.

...Éste interpretó de un modo muy extraño el relato sobre el robo del capote. En vez de interesarse por el punto esencial empezó a preguntar a Akakiy Akakievich por qué volvía a casa a tan altas horas de la noche y si no habría estado en una casa sospechosa. De tal suerte, que el pobre Akakiy Akakievich se quedó todo confuso. Se fue sin saber si el asunto estaba bien encomendado.

Entonces los compañeros le dijeron que lo mejor era que acudiera a una alta personalidad que resolviera el asunto.

...¿Quién era aquella «alta personalidad» y qué cargo desempeñaba? Eso es lo que nadie sabría decir. Conviene saber que dicha «alta personalidad» había llegado a ser tan sólo esto desde hacía algún tiempo, por lo que hasta entonces era por completo desconocido
-Creo que me está esperando un empleado. Dígale que puede pasar.
Al ver el aspecto humilde y el viejo uniforme de Akakiy Akakievich, se volvió hacia él con brusquedad y le dijo:
-¿ Qué desea ?
Pero todo esto con voz áspera y dura, que sin duda alguna había ensayado delante del espejo, a solas en su habitación, una semana antes que le nombraran para el nuevo cargo.
Akakiy Akakievich, que ya de antemano se sentía todo tímido, se azoró por completo. Sin embargo, trató de explicar como pudo o mejor dicho, con toda la fluidez de que era capaz su lengua, que tenía un capote nuevo y que se lo habían robado de un modo inhumano, añadiendo, claro está, más particularidades y más palabras innecesarias. Rogaba a su excelencia que intercediera por escrito... o así.... como quisiera.... con el jefe de la Policía u otra persona para que buscasen el capote y se lo restituyesen. Al general le pareció, sin embargo, que aquel era un procedimiento demasiado familiar, y por eso dijo bruscamente:
-Pero, ¡señor!, ¿no conoce usted el reglamento? ¿Cómo es que se presenta así? ¿Acaso ignora cómo se procede en estos asuntos? Primero debería usted haber hecho una instancia en la cancillería, que habría sido remitida al jefe del departamento, el cual la transmitiría al secretario y éste me la hubiera presentado a mí.
-Pero, excelencia...-dijo Akakiy Akakievich recurriendo a la poca serenidad que aún quedaba en él y sintiendo que sudaba de una manera horrible-. Yo, excelencia, me he atrevido a molestarle con este asunto porque los secretarios..., los secretarios... son gente de poca confianza..
-¡Cómo! ¿Qué? ¿Qué dice usted?.-exclamó la «alta personalidad»-. ¿Cómo se atreve a decir semejante cosa? ¿De dónde ha sacado usted esas ideas? ¡Qué audacia tienen los jóvenes con sus superiores y con las autoridades!
Era evidente que la «alta personalidad» no había reparado en que Akakiy Akakievich había pasado de los cincuenta años. De suerte que la palabra « joven» sólo podía aplicársela relativamente, es decir, en comparación con un septuagenario.
-¿Sabe usted con quién habla? ¿Se da cuenta de quién tiene delante? ¿Se da usted cuenta, se da usted cuenta? ¡Le pregunto yo a usted!
Y dio una fuerte patada en el suelo y su voz se tornó tan cortante, que aun otro que no fuera Akakiy Akakievich se habría asustado también.
Akakiy Akakievich se quedó helado, se tambaleó, un estremecimiento le recorrió todo el cuerpo, y apenas si se pudo tener en pie. De no ser porque un guardia acudió a sostenerle, se hubiera desplomado. Le sacaron fuera casi desmayado.
Pero aquella «alta personalidad», satisfecha del efecto que causaron sus palabras, y que habían superado en mucho sus esperanzas, no cabía en sí de contento, al pensar que una palabra suya causaba tal impresión, que podía hacer perder el sentido a uno. Miró de reojo a su amigo, para ver lo que opinaba de todo aquello, y pudo comprobar, no sin gran placer, que su amigo se hallaba en una situación indefinible, muy próxima al terror.
Cómo bajó las escaleras Akakiy Akakievich y cómo salió a la calle, esto son cosas que ni él mismo podía recordar, pues apenas si sentía las manos y los pies. En su vida le habían tratado con tanta grosería, y precisamente un general y además un extraño. Caminaba en medio de la nevasca que bramaba en las calles, con la boca abierta, haciendo caso omiso de las aceras. El viento, como de costumbre en San Petersburgo, soplaba sobre él de todos los lados, es decir, de los cuatro puntos cardinales y desde todas las callejuelas. En un instante se resfrío la garganta y contrajo una angina. Llegó a casa sin poder proferir ni una sola palabra: tenía el cuerpo todo hinchado y se metió en la cama. ¡Tal es el efecto que puede producir a veces una reprimenda!

El final del cuento no lo voy a desvelar, sino que lo tenéis que averiguar vosotros. Pero bueno,no me resisto a poner este ejemplo de humor negro que destila casi todo el cuento.

...La policía recibió la orden de capturar al difunto a toda costa, vivo o muerto, y de imponerle el más severo y ejemplar de los castigos para escarmiento de los demás.

Que todos los capotes de esta vida se os cumplan, y no dejéis que ningún "personaje" os joda la existencia.

miércoles, 27 de enero de 2010

CARLOS II (CARREÑO DE MIRANDA)



Una vez más, ante el retrato de Carlos II por Carreño de Miranda, este niño de enormes ojos melancólicos con quien parece haber jugado todo el mundo como una cosa, y parecen seguir jugando en buena parte los historiadores, habiéndolo convertido en una especie de rata de laboratorio para experimentar sobre él acerca de complejos y resentimientos. Pero es claro que, a esta clase de pobrecillos, los jueces y los juicios de la Historia les tiene al fresco.

José Jiménez Lozano
ADVENIMIENTOS

Carlos II 1675. Oleo sobre lienzo. 201 x 141 cm

P:D: Carreño de Miranda tenía un apellido muy adecuado para un pintor. Además, se pasó toda la vida, de Miranda ¡quién pudiera!

lunes, 25 de enero de 2010

JORGE LUIS BORGES (1964)



I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

Jorge Luis Borges

jueves, 21 de enero de 2010

PRÓLOGO Y LOGOMAQUIA (Felipe Benítez Reyes)


Imagínate el tiempo como un perro que huye,
enseñando los dientes, con la cabeza vuelta.
O bien como la mar, que, cuando sube,
crecida en su delirio, parece más pequeña.

La memoria es la esfera de niebla de un reloj
que valora tan solo las horas cuando mueren.
(Vigila el pensamiento, que es fuente del terror.

Y mueve con cuidado
las fichas de la suerte.)

Todo avanza sin fin, aun teniendo un final,
y se hace todo extraño como un cetro de oro
en manos de un bufón
que ríe, sufre y baila.

El tiempo que nos queda perdió su eternidad.

De modo que aceptemos su fluir, porque tan sólo
lo fugitivo alivia de la nada.

Felipe Benítez Reyes



P.D. La foto está hecha por, David Felton, desde el picu del Arbolín en Llueves (C.de Onis) el perro es Neid, y lo que hay al fondo son los picos de Europa.

martes, 19 de enero de 2010

TROPPO VERO (Andrés Trapiello)


Troppo Vero
Andrés Trapiello
Editorial
PRE-TEXTOS









...Señores estudiosos del futuro, y si los diarios son una novela , también las novelas, todas, son un diario, y en todas ellas está enterrado el día a día del novelista, camuflado en personajes, paisajes y situaciones.
El arca de las palabras
Andrés Trapiello.


Troppo Vero, La Manía, La cosa en sí, El fanal hialino, El siete moderno, Una caña que piensa. Los diarios de Andrés Trapiello te invitan a su lectura desde el titulo.
Para los que no conozcan estos diarios agrupados bajo el título de Salón de pasos perdidos: una novela en marcha, no duden en acercarse a ellos, pues produce verdadero placer su lectura. No me voy a meter en muchas profundidades, que bastante tengo con juntar cuatro letras sin que se me caiga el lápiz de la mano, el que quiera saber más que lea a Arcadi Espada en el diario el Mundo, bueno, si lo puede aguantar.
Este diario del 2009 hace el dieciséis y en él hay una evolución hacia la ironía y el sarcasmo, que en mi opinión, mejora el resultado final. Los personajes reales que cita en sus diarios se esconde detrás de una X, lo cual remueve la curiosidad del lector y le hace investigar para saber quién se oculta detrás de dichas incógnitas, y de esas historias tan jugosas. Suelen ser conocidos escritores, pintores, fotógrafos, políticos etc. .
Habla de un pintor X que vive en Mali, o de un ensayista Z sobre cuyo padre hay una novela que se llama soldado de Salamina, o sobre un escritor que tiene el corazón muy blanco, o una ministra que en su juventud fue de bandera roja y ahora, año 2001 que es cuando se producen los acontecimientos que se cuentan en el diario, es ministra de Aznar.

Una muestra de lo bien que escribe el autor:

Pasa el tiempo cada vez más veloz, sin lógica ninguna. Y el ruido del tiempo no es el silencio, como creía, sino un atronador vacío, un silencio sin paredes, sin vaina, como un fruto sin semillas y una semilla sin carcasa. Oh dioses, reza uno sin saber a quién, y sin saber nombrar por temor a incomodar o irritar a aquel Dios, al dios menudo de la infancia que se desangraba de nuestras pequeñas heridas (aquella “alma pequeñita” que temíamos se nos saliese por la yema del dedo donde se había clavado una espina), el dios Dios, que decía JR, del que nunca nos habíamos acordado hasta el momento de la plegaria, Oh dios Dios, decimos, sé benévolo con nosotros y piadoso con nuestras vidas, y reúnenos dentro de cinco años y de cincuenta alrededor de esta misma mesa, en esta misma casa. Ante esos manteles y la cristalería que también entonces hará cincuenta años que nadie habrá sacado de sus aparadores. (Pág., 791)

Tenía que haber empezado y acabado por aquí, pero uno tiene incontinencia verbal. Las visitas al rastro, también son muy interesantes y divertidas, concretamente la compra del cuadro de Joaquín Valverde a dos gitanos, me pareció un episodio muy guapo. Pág. 490

jueves, 14 de enero de 2010

CUMPLEAÑOS DEL BOMBÓN



El Bombón I

El próximo 16 de Enero se cumple el LV aniversario de un acontecimiento que cambió mi vida, pasé de estar en el limbo de los justos, a estar todo el día, justo, justo, en el limbo.
-En una noche tan entrañable como esta, la reina y yo ...Me parece que me confundí de discurso, ¡Mary tráeme el de cumpleaños, que este es el de Navidad!
- Vamos a ver Miner, vale que tengas reina, princesas e incluso Marichalares, pero sólo eres Rey del sofá cama.
-Ya lo sé Mary, pero entre un Bombón y un Borbón sólo hay una letra de diferencia, y además, yo con una corona, pierdo la cabeza. Será que el peso de la misma me produce aluminosis en las vigas del cerebro.
-Bueno sigo, la reina y yo nos sentimos embargados por la emoción..."Que no Miner, que por quién estamos embargados es por el Espíritu Santo, y no en forma de paloma, sino en forma de Banco".
-Ya te lo decía yo Mary , no hipoteques el palacio, ¡ ni al espíritu Santo! Así que el Bombón (yo) y la Bombona (ella) admitimos toda clase de regalos (dólares, euros, marcos -no de la puerta- libras ) a cambio recibiréis fotos firmadas por el Rey de la Chanson league.

Este año me tiño los rizos para ser un bombón de nata. Ya me cansé de ser un bombón Real, siempre trabajando. En el invierno a esquiar, con lo fría que está la nieve; y lo cara que está la escayola. En la primavera con flores a Maria. En el verano de regata con el Bribón, como me gusta tu nombre bribón. En el otoño a inaugurar un pantano. ¡Y S.M. cuando coge vacaciones, ehhh! trabajo más que los Reyes Magos en Enero.

El Bombón I de España, Miner, se dedica a si mismo. Pero sigue siendo el rey

Y al resto de Reyes del mundo este poema.

FE MÍA

No me fío de la rosa de papel,
tantas veces que la hice
yo con mis manos.
Ni me fío de la otra
rosa verdadera,
hija del sol y sazón,
la prometida del viento.
De ti que nunca te hice
de ti que nunca te hicieron,
de ti me fío, redondo
seguro azar.

Pedro Salinas

lunes, 11 de enero de 2010

UN CABALLO IMPETUOSO...




Un caballo impetuoso puede ser domado y cabalgarse.

Las gotas de oro que caen del horno pueden regresar al molde.

La mujer que nos rompe el corazón puede volver a ponerlo en marcha con sólo una sonrisa.

Cuando más desesperado estés, piensa que en este mundo nada es definitivo.

Ni tú, ni yo, ni la mayor desdicha.


P.D.El texto no se de quién es, sólo se que es bien bonito. Algún día lo leí, lo copié, y se me olvido anotar el autor.

Eadweard Muybridge (Seudonimo de Edward James Muggeridge) fue un fotógrafo e investigador nacido en Kingston. Sus experimentos sobre la cronofotografía sirvieron de base para el posterior descubrimiento del cinematógrafo.


sábado, 9 de enero de 2010

PRERROMÁNICO ASTURIANO




PRERROMÁNICO ASTURIANO


Aprovechando una tregua en el temporal nos acercamos a la falda del Naránco en Oviedo y hacemos unas fotos a San Miguel de Lillo y Santa María del Naránco.












viernes, 8 de enero de 2010

UNA DE TONTOS




Porque en mi cabeza
manda el corazón,
a veces callo
teniendo razón.

Chicho Sánches Ferlosio

En un blog en el que a veces participo, ante un comentario mio, recibo la siguiente respuesta de uno de los anónimos que abundan en dicho blog.
" si tenemos en cuenta que la tinta se acaba por su uso, y que de cada 10 palabras 5 son "tonterias", que el incesante saque la cuenta"
Vamos, que viene a decir que soy tonto, y la verdad, no anda muy descaminado, eso si, soy un tonto del estilo de Victor, el tío del niño narrador de la novela de Eduardo Mendoza, Tres vidas de Santos.

"...Mi tío, no obstante hablar de todos los temas existentes, era un buen oyente porque el perímetro de su curiosidad era inabarcable y, a diferencia de la mayoría de los tontos, se sabía ignorante y limitado, era humilde y escuchaba con atención y a menudo con pasmo.


Me encanta ser un tonto así. En cambio no me gustaría ser como los otros . Los que,como los maridos cornudos, son los últimos en enterarse. Lo que más gracia me hace de los " listos", es que dicen las mismas tonterías que yo, incluso más, eso si muy finamente.
De todas maneras le aconsejaría al anónimo que cuidara su ortografía pues las "tonterías", dígalas yo o el Papa de Roma, llevan acento. Además, que frase más mal construida. "cuenta que la tinta se acaba...el incesante saque la cuenta".
El incesante, que está sacando las cuentas, es de la opinión de J. Antonio Múñoz Rojas.

Nadie sabe las palabras
que caben en un silencio.
Silencio: Lengua del alma.

jueves, 7 de enero de 2010

CON UN PAN DEBAJO DEL BRAZO

Le petit parisien (1952) Willy Ronis.

"La fe y el engaño son hermanos incestuosos."

El Bosnio Mujo se instaló en América y entonces intentó convencer a Suljo para que se viniera con él. Pero Suljo no quería dejar su Kafana, sus amigos, sus rutinas cotidianas. Mujo que era muy persistente, le escribía a menudo. " Ven-le decía-, esto es el paraíso." Suljo le contestaba: "No lo dudo, pero me gusta la vida que llevo en Bosnia; no necesito trabajar demasiado; tengo tiempo de sobra para tomar café, leer los diarios y salir a dar un paseo siempre que me viene en gana. En América, tendría que trabajar de sol a sol. Estoy bien donde estoy". A lo que Mujo replica: "No tendrías que trabajar demasiado, las calles están asfaltadas con dinero, lo único que hay que hacer es agacharse para recogerlo". "De -acuerdo concede Suljo-, voy para allá". Cuando llega a América, Mujo le enseña su casa, comen, toman café, hablan de los viejos tiempos, y Suljo dice: "Me voy a dar un paseo para ver un poco de tu América". Se va a dar una vuelta, y cuando vuelve Mujo le pregunta: "¿Qué tal?" "Bueno - dice Suljo -, lo que decías era cierto. Iba caminando por la calle y me he encontrado un saco lleno de dinero, habría por lo menos un millón de dólares." "¿Un millón de dólares?", pregunta Mujo, sin salir de su asombro. "¿Lo habrás cogido, no? Dime que sí." "Por supuesto que no -contesta Suljo-. ¡No esperarás que me ponga a trabajar el mismo día que llego!"

El proyecto Lázaro
Aleksandar Hemon

P.D. Este breve relato lo encuentro leyendo la novela de Hemon, El proyecto Lázaro. Novela sobre la que Alberto Manguel ha dicho: es una de las mejores que he leído en mucho tiempo.
Confirmo lo dicho, palabra de Dios, bueno de la mano derecha de Yave, ¡Miner!

martes, 5 de enero de 2010

TRES VIDAS DE SANTOS

Tres vidas de santos
Eduardo Mendoza
Seix Barral

"Son santos en la medida en que consagran su vida a una lucha agónica entre lo humano y lo divino"


Esta novela breve de Eduardo Mendoza está compuesta de tres relatos. La ballena, El final de Dubslav y El malentendido. De los tres relatos a mi me gustó el primero, La Ballena.

En el año 1952 se celebró en Barcelona un Congreso Eucarístico -la expo- con la bendición de S.S. Pío XII, que hasta entonces no había dicho ni Pío.
Pues bien, a la ciudad llegaron por tierra, mar y aire, miles de curas y monjas y, entre esa muchedumbre destacaban por su dignidad y vistosidad, los Obispos. Se construyeron hoteles y demás alojamientos pero se tuvo que acudir a la hospitalidad barcelonesa para alojar el exceso de huéspedes.
El narrador es un niño perteneciente a una de las familias que acogieron a los excedentes llegados al congreso. El acogido fue el Obispo de San José de Quahuicha, Fulguencio Putucas. Bautizado por el tonto de la familia, el tío Victor, como el obispo "Cachimba".

...Mi tio, no obstante hablar de todos los temas existentes, era un buen oyente porque el perímetro de su curiosidad era inabarcable y, a diferencia de la mayoría de los tontos, se sabía ignorante y limitado, era humilde y escuchaba con atención y a menudo con pasmo.


Pero los acontecimientos terrenales a veces se escapan de la mano de Dios y mientras se celebraba el congreso, en el país del obispo se produjo un golpe de estado y el obispo "cachimba" ya no pudo regresar. La tía Conchita y su marido Agustín se cansaron del obispo, "antes de veinticuatro horas tiene que estar fuera de casa este indio de mierda", y se lo endosaron al hermano de Conchita, padre del niño, que era factor de Renfe en el paseo de Gracia.

...Tampoco se mostraba excesivamente atento ni respetuoso, cosa nefasta en un país y en una época en que, si bien los inútiles e irresponsables como mi padre encontraban fácil acomodo en una burocracia gigantesca, premiosa e improductiva, la tolerancia con la ineptitud y los defectos personales venía compensada por un extremo rigor en lo tocante a la reverencia jerárquica y a la adulación (...) Esto le había salvado de pensar, como les ocurre a tantas personas, que una confabulación o una serie de circunstancias desafortunadas, o una mezcla de ambas cosas, es la causa de no haber medrado o tenido éxito o recibido honores, creencia que, cierta o falsa, engendra amargura y resentimiento.
(...)Pero contra el futuro no podíamos hacer nada, salvo estar atentos y confiar en la suerte.

Por aquella época, apareció en las aguas del puerto de Barcelona una ballena muerta, que conservada en formol o por algún otro procedimiento químico, fue exhibida en una carpa gigante en el puerto de Barcelona.
"De las profundidades del océano envió Dios a este ser acá, a Barcelona, y a mí también (...) Día tras día vengo acá, buscando la verdadera voluntad de Dios". La ballena tuvo mejor fortuna que el obispo cachimba, por lo menos al cachalote lo conservaron en formol. En cambio la católica y rica tía Conchita se cansó del obispo. No es lo mismo tener un santo en casa, encima de una peana, que un obispo venido a menos.

...Señora, dijo, yo no quiero nada de usted. Cuando tuve necesidad, usted me puso en la calle. Usted finge ser cristiana, pero no lo es, porque el cristianismo es amor y caridad y usted no practica estas dos cosas. Me acogió por vanidad y me echó por egoísmo. No la condeno. Yo también actué en la vida por la soberbia.



Al otro lado de nuestro rió Amazonas- el Piles- en 1895 un rorcual común -llamado vulgarmente "ballena"- de 22 metros, quedó encallado en la zona del Rinconín; durante unos días fue la atracción por excelencia. Y desde entonces, si alguien te manda a ver la ballena, ya sabes que es una manera muy gijonesa de mandarte a... Mary dónde dices que está la ballena.

lunes, 4 de enero de 2010

LOS JUSTOS (J.L. BORGES)


Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.

J.L. Borges


Foto: August Sander El barnizador

sábado, 2 de enero de 2010

FORTINO SÁMANO







Las fotografías son de Agustín Víctor Casasola (1874-1938). Fue fotógrafo de prensa durante la Revolución. (Fortino Samano antes de ser fusilado y en el momento de su fusilamiento)

viernes, 1 de enero de 2010

NANA PARA UN LÁZARO (RAMÓN GAYA)


Esta nina nana
No es para dormir
¡Despierta, despierta!
-mi nana es así-

Esta nana, nones,
esta nana sí.

Esta nana, niño,
es para vivir.
¡Levántate y anda,
ajusta el sufrir!

Esta nana, nones,
no es para dormir.

RAMÓN GAYA