lunes, 9 de marzo de 2009

CONVERSACIONES CON UN VERDUGO


En la carcel de Mokotów, encerrado por el régimen comunista polaco se encuentra Kazimierz Moczarski, luchador por la democracia. Juntamente con él están dos criminales Nazis, el teniente Gustav Schielke y el teniente general de la Waffen-SS Jürgen Stroop. La conversaciones tienen lugar durante ocho meses y fruto de ellas es este magnifico libro. Que se lee como una novela de gran amenidad y en la que, nos damos cuenta de la mentalidad criminal de los nazis y de la condición de la mayoría de ellos, unos simples, pero que causaron un tremendo desastre en la Europa de aquella época.
Las conversaciones giran sobre Stroop, genocida nazi, que terminó siendo juzgado y ahorcado. Solamente en el gueto de Varsovia asesinó a más de 70.000 judíos y lo convirtió en un desierto plagado de escombros.
(...) Pero Stroop llevaba en la sangre el culto a la guerra, concebido como instrumento para resolver las diferencias y modo de apropiación de bienes para su país y para el mismo (...) La guerra es un mecanismo de selección natural y espiritual para cualquier nación.
Al final los valientes SS con su jefe a la cabeza Heinrich Himmler, se despojaron de sus trajes, para vestirse con los del ejercito regulara Alemán. Y cuando Kazimierz le preguntó porqué no se había suicidado como Himmler, que llevaba una capsula de cianuro entre los dientes, la respuesta de este valiente general fue; ¡que tuvo miedo! él un asesino sin escrúpulos.

Lectura recomendada para todos los interesados en el tema, ya que atraves de este documento nos enteramos de los avatares de aquella tremenda guerra contada por protagonistas de la misma. La liquidación del gueto de Varsovia es un documento espeluznante.

2 comentarios:

  1. Pues si, interesante. Lo del gueto de Varsovia es algo que cuando lees sobre ello, cuesta creer que sucediera realmente.

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  2. Pues sucedió, y además lo cuenta el principal protagonista.
    Arrasaron con todo, edificio por edificio, achicharrando a los habitantes de las casas.
    Cuando se tiraban -paracaidistas- desde las ventanas los SS se "entretenían" disparando contra ellos.

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