sábado, 3 de enero de 2009

SÁNDOR MÁRAI


Acabo de leer, Diarios 1984-1989, de Sándor Márai, escritor húngaro exiliado en los Estados Unidos. La muerte de su esposa Lola Matzmer, más bien la agonía, es lo que más me marcó en su lectura.

(...) ¿La quería? No lo sé. ¿Puede uno querer a sus piernas, a sus pensamientos?. Sin ella nada tiene sentido. No sé si la quería. Era algo diferente. Tampoco quiero a mis riñones o a mi páncreas. Simplemente forman parte de mí, como ella formaba parte de mí.
(...)Me quedé media hora más junto a su lecho, contemplándola. No está seria ni hermosa, sólo diferente. Como si todo el maquillaje de la vida - ira, dolor, alegría, tristeza-, todo lo que reviste el rostro humano, se hubiera borrado. Sólo capte en ella serenidad y nobleza dos rasgos que siempre quedan ocultos en la cara de los vivos. (...) Murió como una planta noble, helada por una inesperada ráfaga de viento glacial. Se la ha tragado el océano y en su lugar queda la Nada que está más presente que cualquier otra cosa que exista.

(...) Para ingresarla he de justificar con un aval bancario que dispongo de recursos suficientes para sufragar los gastos de enfermería durante un tiempo (sesenta dolares diarios, más los extras). Según la compañía Medicare, la vejez es un "estado" y por tanto no asume parte de los gastos.
(...) un buen numero de hospitales se hallan vacíos porque ni las aseguradoras pueden pagar sus precios salvajes ( cuatrocientos dolares al día en una habitación compartida), por eso los enfermos graves se quedan en casa, se toman una aspirina y se limitan a esperar la muerte, porque así es mas barato. La explotación comercial de la agonía es algo típico americano, me parece poco probable que hagan algo parecido en otros lugares del mundo.
(...)Llegan sin cesar las facturas desorbitadas del hospital, de los laboratorios, de los médicos. una cama en una habitación doble, trescientos dolares diarios. Y también de la medicinas(...) el robo descarado ejercido por la medicina y sus compañias es asqueroso. No caer en mano de estos, escapar.

Y Sándor Márai para no caer en manos de estos, seguro que contrarios a la eutanasia, y favorables al negocio de la muerte. Pues se suicidó en el año 1989.
Estoy esperando el llamamiento a filas, no me doy prisa, pero tampoco quiero aplazar nada por culpa de mis dudas. Ha llegado la hora. (15-1-1989). Márai suicido el 21 de febrero de 1989.

(...) La vida es casual, no tiene sentido ni utilidad alguna. La muerte es la consecuencia inevitable de la casualidad, y tampoco tiene sentido ni utilidad. "Cada día muero" S. Pablo.

El Universo es la obra más exquisita construida por nadie (Chesterton)

PD Abstenerse médicos y pusilánimes, de todas maneras, en estas memorias hay muchas más reflexiones interesantes. Sándor Márai es un gran escrito y tiene una obra muy amplia.




2 comentarios:

  1. pues eso aprenderemos en cabeza ajena .......estoy completamente de acuerdo con el .....ojo y oreja no consigan hacer lo mismo aquí....por intentarlo no va a quedar....

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  2. "la explotación comercial de la agonía, es algo típico americano..." Pues...¡tengo dudas de que se anda buscando por "estes tierres" algo parecido!

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