miércoles, 10 de diciembre de 2008

ESPEJOS


Este libro es muy original, atraves de más de seiscientos relatos cortos nos cuenta esa otra historia que nunca nos contaron en el colegio. Es muy entretenido y nos enteramos de muchas cosas curiosas, yo me divertí mucho leyéndolo, aunque algunas historias parecen más bien leyendas. Y voy a poner una pequeña muestra para que os hagáis una idea de por donde va el tema.

AGUA MALDITA

Conocemos a Nostradamus por sus profecías, que siguen siendo bestsellers en el mundo.
Ignoramos que Nostradamus fue también un médico, un médico insólito no creía en las sanguijuelas y contra la peste recetaba aire y agua: aire que ventilaba, agua que lava.
La mugre incubaba plagas; pero el agua tenía mala fama en la Europa cristiana. Salvo en el bautismo, el baño se evitaba porque daba placer y porque invitaba al pecado. En los tribunales de la Santa Inquisición, bañarse con frecuencia era prueba de herejía de Mahoma. Cuando el cristianismo se impuso en España como verdad única, la Corona mandó arrasar los muchos baños públicos que los musulmanes habían dejado, por ser fuente de perdición.
Ningún santo ni santa había puesto un pie en la bañera y entre los reyes era raro bañarse, que para eso estaban los perfumes.La Reina Isabel de Castilla tenía el alma limpia, pero los historiadores discuten si se bañó dos o tres veces en toda su vida. El elegante Rey Sol de Francia, el primer hombre que usó tacones altos , se bañó una sola vez entre 1647 y 1711. Por receta medica.

LAS EDADES DE JUANA LA LOCA

A los dieciséis la casan con un príncipe flamenco. La casan sus padres, los Reyes Católicos. Ella nunca había visto a ese hombre.
A los dieciocho, descubre el baño. Una doncella árabe de su séquito le enseña las delicias del agua. Juana, entusiasmada, se baña todos los días. La reina Isabel, espantada, comenta: Mi hija es anormal (...)

LA HERENCIA NEGADA

(...) La herencia musulmana incluye, entre otras cosas:
La tolerancia religiosa, que sucumbió a manos de los reyes Católicos;
los molinos de viento,los jardines y las acequias que todavía dan de beber a varias ciudades y riegan sus campos;
el servicio público de correos;
el vinagre, la mostaza, el azafrán, la canela, el comino, el azúcar de caña, los churros, las albóndigas los frutos secos;
el ajedrez; la cifra cero y los números que usamos;
el álgebra y la trigonometría;
las obras clásicas de Anaxágoras, Ptolomeo, Platón, Aristoteles, Euclides, Arquimedes(...) y otros autores, que gracias a sus versiones árabes se difundieron en España y en Europa;
las cuatro mil palabras árabes que integran la lengua castellana;
y varias ciudades de prodigiosa belleza como Granada (...)

MAIMÓNIDES Y AVERROES

(...) Maimónides, judío, Averroes musulmán, nacieron casi al mismo tiempo, en Córdoba, en el siglo doce, y fueron caminantes de los mismos caminos. Los dos fueron médicos
El sultán de Egipto fue paciente de Maimónides y Averros cuidó la salud del califa de Córdoba, sin olvidar jamas que, según escribió, la mayoría de las muertes ocurre por causa de la medicina.
Los dos fueron juristas y filósofos (...) Ninguno murió en la ciudad en la que nació Maimónides en el Cairo, Averroes en Marrakech. Una mula llevo a Averroes de vuelta a Córdoba. La mula cargó su cuerpo y sus libros prohibidos.

EL HOMBRE MÁS PODEROS DEL MUNDO


El emperador Chin fue el fundador de China, que por él se llama como se llama. El emperador Felipe II fue dueño y señor de medio mundo, desde América hasta la islas Filipinas, que por él se llaman como se llaman. Los dos vivieron para su muerte.

El monarca español dedicaba sus fines de semana a visitar el panteón de El Escorial, diseñado para su descanso eterno, y dormía sus mejores siestas en el ataúd. Así se había acostumbrado.

Lo demás era lo de menos. Su Armada Invencible había sido vencida y las telarañas habían invadido los cofres del tesoro real, pero los paseos a su templo funerario lo salvaban de la ingratitud del mundo.

El rey Felipe II mando celebrar sesenta mil misas, en homenaje a su propia gloria, cuando partió del trono al sepulcro por última vez.


FUNDACIÓN DEL ASCENSOR


El monarca inglés Enrique VIII tuvo seis reinas.
Enviudaba fácil.
Devoraba mujeres y banquetes.
Seiscientos lacayos servían sus mesas, rebosantes de pasteles rellenos de perdices, pavos reales servidos con todo su excelso plumaje y cortes de carne de ternero o lechón a los que otorgaba títulos nobiliarios, cuchillo en mano, antes de meterles diente.
Cuando llegó a su última reina, Enrique estaba tan gordo que ya no podía enfrentar la escalinata que iba desde el comedor hasta el lecho nupcial.
El rey no tuvo más remedio que inventar un sillón que mediante un complicado mecanismo de poleas lo subía, sentado, del plato a la cama.

Eduardo Galeano


2 comentarios:

  1. anda que no te da de si Eduardo Galeano....muy guapes les histories....

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  2. Ya, y el aumento tan espectacular de ventas que tiene, gracias a los comentarios del "guru" de la critica mundial, ¡Minin!.
    Muy guapo como me dejaste el blog, recuerdame que te suba la paga.

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